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0.13 | Corte Messi
Algo que Lukas comparte siendo un típico Argentino fiel a su país, es la pasión que tiene por el fútbol. Cuando su escuela abrió la inscripción para el equipo representativo no dudó ni un segundo en aceptarlo, y sus padres tampoco se lo impidieron. Pero ahora que estaba siendo temporada de juego y Hutcherson estaba en plenas grabaciones, le costaba seguir el ritmo de sus compañeros, sin embargo no se quedó atrás para este partido especial.
Y no fue el único.
Walker estaba apoyado contra la pared de la escuela observando cómo los estudiantes pasaban apurados hacia el campo de deportes. El sol de la tarde bañaba el lugar en una luz dorada, y el sonido de las risas y gritos de los fanáticos ya comenzaba a llenar el aire. A su lado, Aryan permanecía en silencio con los brazos cruzados, observando de reojo.
-No puedo creer que estés considerando ir a ver a Lukas jugar -dijo finalmente con una sonrisa burlona en el rostro.
Scobell suspiró sin saber exactamente cómo responder. No quería admitir que llevaba días dándole vueltas al asunto, ni siquiera a Simhadri.
-No estoy considerando nada -respondió intentando sonar despreocupado-. Solo no tengo nada mejor que hacer hoy.
El moreno soltó una carcajada sin creerle en lo absoluto.
-Claro, solo que hay cientos de otras cosas que podrías hacer, pero aquí estás, pensando en ver un partido que odias -lo miró de lado con una sonrisa divertida-. ¿Qué pasa con Lukas? Te has estado acercando más últimamente.
-Solo quiero asegurarme de que no lo arruine, el equipo no puede depender solo de él -frunció el ceño, pero incluso mientras las palabras salían de su boca, sonaban vacías.
Ambos sabían que era uno de los mejores jugadores del equipo. Aryan lo miró por un momento, como si estuviera evaluando y luego dejó escapar un suspiro.
-Mira, sé que tú y Lukas tienen esa cosa rara de enemigos que se detestan por tonterías pasadas, pero venir a su partido para pelearte con él ya es demasiado.
-No voy a pelearme con él.
-¿Seguro? Ya es muy rutinario para ustedes.
-Mejor vamos de una vez, y es solo un partido, no estoy acercándome a él.
