Kitchen

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   Stiles puede ser inconscientemente desordenado en cualquier lugar de la casa, pero la cocina es como su lugar sagrado, es el único espacio que siempre, siempre, estará ordenado. Y si Derek cometiera el error de colocar algo donde no es, aunque fuera lo más mínimo, Stiles lo sabría. Y le regañaria. Pero es también... divertido, es agradable tener esos pequeños momentos o discusiones que resultan demasiado hogareñas. Derek ya no puede verse llegando a una casa en la que no esté Stiles o que no huela como él o no esté desordenada por él. Es ahora todo lo que necesita, quiere o desea, simplemente a Stiles. Podrían ser sólo ellos dos hasta el fin del mundo.

...

Cuando Derek llega a casa luego de un día largo en el trabajo, lo que menos espera es oler que algo se está (literalmente) quemando en la cocina. Por lo que, frunciendo el ceño, se dirige hacia el lugar, descubriendo que Stiles no estaba allí, pero si una sartén con carne carbonizada; la cual estaba a un paso de ser una llamada de emergencia a los bomberos.

Apresurandose a apagarla, Derek se pregunta dónde demonios está Stiles. Su esposo era naturalmente despistado a veces, pero nunca de una manera tan peligrosa. —¿Stiles? —el hombre lobo busca a quien se ha vuelto su esposo hace unos meses. Debido al olor de la comida quemada, tarda en encontrarlo hasta que llega a la habitación que comparten, encontrándolo en el baño.

—¡Oh! Derek... —Stiles se ve sorprendido. —Has llegado antes.

—Sí. —Derek frunce el ceño, analizando a profundidad al castaño frente a él, quien luce un poco pálido para ser normal. —Y es una suerte, porque estabas a punto de quemar la casa.

—¿Qué? —el humano parece confundido, pero sólo por dos segundos. —¡Ah! ¡La comida! —luego corre fuera de la habitación hasta la cocina. —Esta completamente quemada. —Derek le escucha cuando llega a su lado frente a la estufa, observando el pedazo de carbón que antes había sido un buen pedazo de carne.

—Olvidala, ¿Ocurre algo? —Hale de inmediato pregunta, sintiendose algo ansioso de repente. Debía estar pasando algo para que Stiles quemara la comida.

—¿Mmh? —Stiles alza su mirada de la carne a Derek, para luego desviarla mientras toma el sartén para llevarlo bajo el chorro de la llave para despegar la comida. —No, nada ¿qué podría ocurrir? Sólo fue un accidente.

—Stiles. —a Derek le sale como un gruñido preocupado, observando la espalda del ahora adulto. Era obvio que le estaba ocultando lo que le preocupaba.

—¡Oh por Dios, Derek! —inesperadamente, Stiles reacciona de una manera demasiado exagerada, girándose para verle con el ceño fruncido. —No me estés gruñendo en ese tono, mucho menos me mires como si supieras todo en el maldito mundo, haciéndome sentir mal por pensar que te estoy ocultando algo que, claramente no es así ¿Bien? ¡Eres tan insoportable! Y ahora la cena está arruinada ¡Era el último pedazo de carne! Nada sale bien últimamente. —el humano se vuelve un desastre de manos yendo en todas direcciones. —¿Cómo podría mantener a otra persona? Soy un desastre. —luego caen a su costado, sin fuerza, todo el cuerpo de Stiles se encoge en un hombre que parece demasiado miserable.

Derek no dice nada de inmediato, acercándose para envolver a Stiles en un abrazo que busca consolarlo.

Y parece funcionar, porque Stiles se apoya en él, regulando su respiración, calmandose.

—¿A qué te refieres? —es cuando Derek pregunta por su último comentario.

Entonces Stiles se movió nerviosamente, haciendo que Derek notara el olor nervioso que comenzaba a emanar de él.

—Stiles, comienzas a asustarme. —Derek le separa para poder verle a la cara. —Dime qué ocurre. —demanda.

—Bueno... Puede que... Es... —Stiles divaga sin mirar a Derek. —Es gracioso, te vas a reír. O al menos espero que rías, porque si no lo haces entonces-

—Stiles.

—¡Estoy embarazado! —el humano suelta de golpe, cerrando los ojos con fuerza, sin querer ver la reacción del hombre lobo que le sostiene.

—¿Qué? —Derek dice luego de un pequeño silencio.

—Cuatro meses. —Stiles suspira, abriendo los ojos para ver a Derek, quien se ve tal como imaginó que sería. Completamente en shock.

—¿Qué? —el hombre lobo repite de manera torpe. —¿Cuándo...?

—Mensualmente se hacen chequeos médicos en el trabajo y bueno, los resultados del mío vinieron con una pequeña sorpresa incluida. —Stiles sonríe de una forma un poco torcida, nervioso.

—¿Por qué no me lo dijiste?

—Yo... No lo sé. —Stiles se sostiene de Derek con ambas manos, tenso, tan lleno de un extraño miedo. —Supongo que... Estaba intentando asimilarlo antes de contarte. No sabía cómo hacerlo, o qué pensarías porque, bueno, ni siquiera yo sé qué pensar. No lo hablamos nunca y fue tan inesperado que yo-

—Stiles, la mitad de las cosas que hacemos nunca las planeamos. —Hale decide hablar, interrumpiendo a Stiles antes de que se fuera por las ramas. —Pero eso no las hace menos deseadas o maravillosas.

—¿Entonces estas bien con esto?

—Stiles, yo estoy bien con cualquier cosa que me des. Esto, esto es algo mucho más grande. Es tan especial... Pero ¿Tú estás bien con esto?

—Bueno, me sentiría realmente mal si ahora digo que no, viendo lo feliz que estás. —se atreve a bromear, causando que Derek le regañe. —Vamos, quita esa cara, yo también estoy feliz con esto. —Stiles vuelve a abrazar a Derek, un gran abrazo de oso. —Aterrado, pero feliz. Realmente asustado, pero feliz. Tan malditamente-

—Callate, Stiles. —Derek lo sostiene con fuerza.

—Esta bien. —Stilinski sonríe contra el hombro de Derek.

—¿Quieres comer afuera? —las manos del hombre lobo acarician amablemente la espalda del humano.

—Acepto.

[...]

—¿Aún te duele mucho? —cinco meses después, Derek y Stiles están en el hospital para recibir a su primer hijo. —Siento no poder hacer más. —sentado al lado de la camilla donde Stiles se encuentra, Derek sostiene su mano intentando quitar todo el dolor posible por las contracciones. Más de diez horas de contracciones y aún no era el momento.

Derek estaba a un paso de volverse loco por la preocupación.

—No es tan malo. —Stiles intenta ser fuerte, pero en el momento en que lo dice, viene una contracción que le hace hacer una mueca llena de dolor.

—¿Es otra contracción? —Derek se inquieta con facilidad, viéndose tan asustado por algo tan natural. —Ahora son intervalos de casi tres minutos. Aguanta un poco más. —lleva el ritmo de las contracciones. —¿Quieres una cesaría si te duele mucho? —Stiles se niega, pero otra contracción le hace retorcerse, sintiendo que pierde el alma. Derek puede sentirlo, lo que le llena de aún más preocupación. No le gustaba ver a Stiles así. —Hagamos una cesaría ¿Si? Te duele mucho.

—Quiero a mi papá. —a Stiles se le escapa entre lágrimas.

—Él llegará pronto, te lo prometo.

[...]

—El bebé saldrá ahora. —la enfermera que había estado revisando a Stiles frecuentemente, avisa. —Llevenlo a la sala de partos.

Con aquella orden, todos corren de una habitación a otra. El sheriff, que había llegado hace poco, debe quedarse en la sala de espera al lado de Peter, quien había aparecido por su cuenta. Derek, por otro lado, no soltó la mano de Stiles en ningún momento.

Cuando Stiles decía que tenía miedo mientras iban por los pasillos, Derek estuvo a su lado para consolarlo.

Cuando Stiles gritaba de dolor, llorando, balbuceando que no podía, Derek le alentó con las palabras correctas mientras sentía toda la fuerza que estaba poniendo para dar a luz a su cachorro.

Cuando Stiles está sin fuerzas para sostenerle la mano, Derek la besa, agradecido, feliz, aliviado cuando ve al pequeño Nolan.

O.S 🌸 [sterek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora