XXVI. Multitud de porqués

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Por qué te dejaría

de observar

o por qué nunca te vi

como debía ser

si para mí eras

el ancho mar.

Por qué de ti hui

o por qué no volví

cuando pude mis pecados redimir.

Por qué no te clavabas

o por qué yo lo evitaba.

Por qué parecíamos

y no éramos.

Por qué no te agarré

y por qué no de mí tiraste.

Por qué nos diluimos

como pompas de jabón

en el liviano aire.

Sonrisas de metal y hierro (Poesía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora