En la gran sala de reuniones de Nexoria, los líderes de los reinos se encontraban reunidos oficialmente para celebrar la unificación bajo un solo estandarte. Los estandartes de los antiguos reinos colgaban ahora juntos, simbolizando la fusión de sus fuerzas y voluntades.
Kael, vestido con la armadura ceremonial de Aeloria, se encontraba de pie en el centro del salón. A su lado, la Capitana Elara, firme y orgullosa, y Galen, el sabio hechicero, observaban el momento solemne. En un rincón, la Reina Lysandra y Sylva, la elfa de Seraphine, se mantenían juntas, susurrando en lenguas arcanas mientras contemplaban el futuro de Nexoria.
Rey Valen y Reina Cressida de Valoria, con sus hijas Astrid y Eira, se unieron a la ceremonia con respeto y admiración por lo que estaban a punto de presenciar. La Princesa Nylara de Nýmeria miraba con astucia, evaluando cada detalle mientras su padre, el Rey Aric, se mantenía en silencio a su lado, firme y calculador.
Reina Isolde y Rey Balor de Therion intercambiaron una mirada de aprobación cuando Kael dio un paso adelante para ser coronado oficialmente como el rey de Nexoria. Los murmullos se detuvieron cuando el Dragón de la Luz, que había llegado junto con los demás, lanzó un rugido que resonó en las paredes de la gran sala.
Con un gesto solemne, Lysandra avanzó y colocó la corona de Nexoria en la cabeza de Kael, oficializando su posición como rey de todos. "Ahora, bajo un solo estandarte, somos fuertes," proclamó ella, y todos asintieron en señal de acuerdo.
La celebración comenzó, la música resonó en el salón, y los líderes se unieron en un banquete donde compartieron risas, historias de guerra y esperanza para el futuro. Mientras las copas se levantaban y las promesas se intercambiaban, una nueva era para Nexoria comenzó, con Kael como su protector y guía.
La celebración en Nexoria continuaba con un ambiente de alegría y alivio tras la unión de los reinos. Sin embargo, en medio de las risas y brindis, la princesa Astrid de Valoria se abrió paso entre la multitud, dirigiéndose directamente hacia el Rey Kael. Vestía un elegante vestido de seda negra que resaltaba su belleza y autoridad, y sus ojos brillaban con una intensidad difícil de ignorar.
—Kael, ¿puedo hablar contigo a solas? —dijo Astrid en un tono que apenas podía ser escuchado por aquellos a su alrededor, pero que llevaba un peso innegable.
Kael, aunque un poco sorprendido, asintió. Sabía que en ese momento de celebración, cualquier conversación podría ser crucial para la nueva alianza.
—Por supuesto, princesa —respondió él, su tono calmado pero lleno de autoridad—. Acompáñame.
Mientras se alejaban, la Capitana Elara, novia de Kael, observó cómo ambos se dirigían hacia los aposentos reales. Una inquietud se apoderó de ella. Decidió seguirlos, asegurándose de no ser vista. Su corazón latía con fuerza, y un sentimiento de desasosiego se afianzaba en su mente.
Una vez dentro de los aposentos de Kael, Astrid cerró la puerta tras ella, quedando ambos en la privacidad del lugar. Kael se giró para enfrentarla, esperando la razón de la urgencia en sus palabras.
—¿De qué querías hablar, Astrid? —preguntó Kael, manteniendo un tono formal.
Astrid se acercó a él lentamente, sus ojos clavados en los de Kael con una intensidad que no había mostrado antes.
—Kael, la verdad es que no es solo una cuestión de política lo que me ha traído aquí —susurró ella, su voz seductora mientras daba un paso más cerca—. Desde que llegué a este reino, he visto en ti algo más que un líder. He visto un hombre con el que deseo estar...
Kael frunció el ceño, sus ojos reflejando una mezcla de sorpresa y confusión.
—Astrid, esto no es adecuado. Somos líderes de nuestros reinos, y no debemos confundir nuestras relaciones políticas con... —Kael no pudo terminar su frase.
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NEXORIA -Guerra De Titanes-
FantasyEn un mundo antiguo, los dragones eran los guardianes y protectores de los reinos, cada uno alineado con un elemento de la naturaleza: fuego, agua, tierra, luz y sombra. Estos poderosos seres vivían en armonía con los humanos, gobernando junto a ell...