NEXORIA -Guerra De Titanes-

Capítulo 9

El ambiente en Nexoria había cambiado drásticamente desde la llegada de los dragones a la reunión en Aeloria. Los cinco dragones, con Kael y los demás líderes a su lado, sabían que la amenaza que se cernía sobre el reino era algo más grande de lo que jamás habían imaginado. El temor y la incertidumbre eran palpables, y cada uno sentía el peso de lo que se avecinaba.

Reunidos en la cámara de estrategias, donde la luz de las antorchas arrojaba sombras inquietantes en las paredes, Kael, la capitana Elara, Galen, la Reina Lysandra, el Rey Aric, y los demás líderes discutían sobre lo que los dragones habían visto. La tensión en la sala era densa, y todos comprendían que se encontraban al borde de algo terrible.

—Tenemos que saber exactamente a qué nos enfrentamos —dijo Kael, rompiendo el silencio que se había apoderado de la cámara—. No podemos permitirnos cometer errores. Si los dragones están preocupados, significa que esto va más allá de cualquier otra amenaza que hayamos conocido.

Galen, que había estado consultando antiguos manuscritos y textos mágicos, alzó la vista de sus pergaminos. Había algo en su mirada que no había mostrado antes: miedo.

—Creo que ya lo sé, Kael —dijo con voz grave—. Hay textos muy antiguos, que hablan de seres que existieron mucho antes que los dragones. Criaturas titánicas, los primeros seres del mundo. Se dice que son los rivales originales de los dragones, con un poder que podría igualar o incluso superar al suyo.

Elara frunció el ceño, su mano apretando con fuerza la empuñadura de su espada.

—¿Titánes? —preguntó—. ¿Qué clase de titanes?

Galen sacó un pergamino muy antiguo, las letras casi desvanecidas por el tiempo. Lo extendió sobre la mesa para que todos pudieran verlo. Las figuras dibujadas en él eran enormes, monstruosas, criaturas que parecían formadas por la misma tierra y roca, pero con una energía oscura emanando de ellas.

—Según este manuscrito —continuó Galen—, estos titanes fueron los primeros habitantes del mundo. Fueron sellados en las profundidades de la tierra por los dragones, en una guerra que casi destruyó el mundo. Los textos no son claros sobre cómo lograron sobrevivir, pero parece que han estado despertando lentamente durante siglos.

La Reina Lysandra se adelantó, observando los dibujos con una mezcla de fascinación y temor.

—Si esto es cierto, entonces estamos hablando de una amenaza que incluso los dragones podrían no ser capaces de contener. Estos titanes no solo son poderosos, sino que también tienen un profundo rencor contra los dragones, y por lo tanto, contra nosotros.

El Rey Aric, siempre pragmático, asintió lentamente.

—Y dices que están a veinte días de distancia, Galen. ¿Sabemos cuántos son? ¿Cuán rápido se están moviendo?

Galen negó con la cabeza, su expresión preocupada.

—No sabemos exactamente cuántos son, pero según los relatos, podrían ser una legión completa. Y aunque están a veinte días de distancia, su poder podría extenderse más allá de lo que podemos imaginar. Si no hacemos algo pronto, podrían llegar a nuestras puertas antes de que estemos listos.

Elara golpeó la mesa con el puño, su frustración evidente.

—Entonces no tenemos tiempo que perder. Debemos comenzar a prepararnos para lo peor. Si estos titanes son realmente tan poderosos, entonces necesitamos estar más unidos que nunca. Debemos usar todas las fuerzas que tenemos, incluidas las gemas de los dragones, para enfrentarlos.

Kael miró a sus compañeros, sintiendo el peso de su responsabilidad como rey de Nexoria. Sabía que lo que estaban a punto de enfrentar sería la prueba más grande de sus vidas, y que no todos podrían sobrevivir a lo que estaba por venir.