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Resumen : Y/N ha sido la esposa de Stanford Pines, incluso después de su desaparición. Pero, ¿qué sucede cuando Y/N descubre que la mayoría de sus recuerdos favoritos con Ford eran en realidad Stan reemplazando a su hermano?
Esta es una Stanford x Lectora que obviamente se transforma en una Stanley x Lectora.
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Ser la esposa de un hombre que desapareció fue difícil. Muchos te dijeron que era hora de seguir adelante, muchos te dijeron que estaba muerto y que tal vez deberías seguir adelante. Pero si supieran lo que pasó esa noche, lo que realmente le pasó al hombre que amabas, sabrían por qué no podías perder la esperanza. Le dijiste que dejara de hacer lo que estaba haciendo, incluso Stan lo hizo, pero nada de eso importaría.
Cuando quedó atrapado en el portal, fue el día en que te encerraste en casa de todos, te mudaste de nuevo a la pequeña casa que habían comprado antes de mudarse a Gravity Falls, no soportaste vivir en la casa en la que él desapareció. Stan siguió viviendo en la casa de sus hermanos, convirtiéndola en una especie de atracción turística al cabo de unas semanas, de la que no querías formar parte. Y después de eso, solo hubo silencio de radio. No escuchaste nada de Stanley, nada sobre tu marido, solo silencio.
Pasaron 10 años. Aún tenías la esperanza de que él entrara por esa puerta y te abrazara, contándote las cosas locas que vio mientras estaba lejos, prometiendo nunca separarse de tu lado. Era agosto de 1992. Él era inteligente, sabía de este tipo de cosas, así que iba a volver a tu pequeña casa en Nueva Jersey en cualquier momento. Eso iba a suceder... ¿verdad?
Pasaron otros diez años. Te agarrabas a un clavo ardiendo tratando de mantener en tu mente los recuerdos que tenías con él. Era febrero de 2002. El anillo en tu dedo era un recordatorio del amor que se tenían los dos, tu esperanza comenzaba a desvanecerse. Miraste fijamente tu teléfono. Un extraño teléfono portátil nuevo que finalmente decidiste comprar después de debatirlo. Deberías llamar a Stan...
Nunca terminaste llamándolo.
Diez años después, tenías el coche cargado y un cartel de "se vende" en la casa en la que alguna vez viviste. Era junio de 2012. Ya no llevabas el anillo de bodas en el dedo, lo habías vuelto a guardar en su caja hacía años. Él no iba a volver, habían pasado 29 años. Ibas de regreso a Gravity Falls, Oregón. Decir que estabas nerviosa sería quedarse corta, no sabías qué pensar. ¿Cómo reaccionaría Stan?
Mierda. Stan. Tenías que llamarlo.
Después de poner en marcha el coche, te desplazas por tus contactos hasta llegar a tu cuñado, Stan Pines. La foto del contacto era una foto antigua de él de tu boda, en la que lo perseguían unos niños más pequeños que estaban allí atormentándolo, pensando que era divertidísimo, obviamente le pediste al fotógrafo que le tomara una foto. Al mirarla en retrospectiva, te dio la esperanza de que estuviera dispuesto a perdonar tu ausencia. Marcaste su número antes de empezar a conducir, rezando para que no lo haya cambiado después de todos estos años.
Fue el último timbre cuando finalmente alguien respondió. "... ¡Los niños no hacen nada estúpido! Ugh... ¿Hola?" Sonaba igual que lo recuerdas, casi idéntico a tu Stanford. "¿Hola? Si es algún teleoperador no me interesa", dijo de nuevo, te diste cuenta de que dijiste algo. "¡Hola! Uh, hola, lo siento. Stan... ¿De verdad eres tú?" lo escuchaste escupir el agua antes de toser y luego aclararse la garganta "T/n... eres tú. Um, caray, lo siento, no soy bueno en esto, ¿por qué me llamas? Han pasado 29 años..." Parecía desconcertado por tu llamada. "Vuelvo a Gravity Falls, Stan, esperaba poder verte. A menos que no quieras, entonces..." "Deja de divagar... ¿Estás seguro de que quieres verme después de todos estos años? Me hice cargo de tu antigua casa", murmuró Stan en el teléfono. "Esa no era mi casa, Stan, y sí, estoy seguro. Voy a conducir, así que tardaré un par de días en llegar. Ya tengo un lugar, así que no te preocupes. Suspiras levemente.
—¡Grunkle Stan con quién estás hablando! ¿Es una chica? —puedes escuchar a una chica más joven al otro lado de la línea, debes estar en el altavoz. —¿Quién es esa? —reflexionas. —No es nadie —responde Stan rápidamente, escuchando a la chica jadear— ¡¿T/n Pines?! ¡Grunkle Stan! ¡¿Estás casado?! DIPPER NUNCA VAS A CREER ESTO —Debe haber visto el identificador de llamadas. Supongo que solo te agregó como contacto. —¡Mabel, vuelve aquí! Mierda, T/n, me tengo que ir, lo solucionaré. No puedo esperar a verte —se queja Stan antes de colgar. Sonríes levemente ante la interacción.
¿Te vas a casar con Stanley? No lo creo.
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