「 ✦ 𝐔𝐍𝐀 𝐕𝐄𝐙 𝐌á𝐒 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐕𝐄𝐑𝐓𝐄 ✦ 」

215 13 0
                                    

Resumen: Cuando los episodios de paranoia de tu prometido se salen de control, llegas a una difícil conclusión

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Resumen: Cuando los episodios de paranoia de tu prometido se salen de control, llegas a una difícil conclusión.

Resumen: Cuando los episodios de paranoia de tu prometido se salen de control, llegas a una difícil conclusión

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Siempre te has considerado una persona con los pies en la tierra y con una mentalidad lógica. Pragmática hasta la médula, has recurrido a la razón y a la ciencia para desenvolverte en la vida, encontrando consuelo en los hechos y en la realidad concreta que estos conllevan. Pero últimamente, esa sensación de seguridad ha empezado a desmoronarse.

La cabaña estaba helada, su aire helado te envolvía como un sudario, filtrándose hasta los huesos a pesar de tus esfuerzos por protegerte del frío. Los calcetines que llevabas puestos (una compra secreta que hiciste sin que Stanford lo supiera) ofrecían poco calor, aunque suavizaban mucho el sonido de tus pasos mientras te desplazabas silenciosamente del dormitorio a la cocina, luego al armario, para beber tu tercera taza de café de esa noche. Cada respiración que tomabas era rápida, superficial, como si el aire frío te la estuviera robando. Cuando finalmente te sentaste en la desolada mesa de la cocina, un pensamiento irónico parpadeó en tu mente: ¿podrían las capas de madera contrachapada y fibra de vidrio debajo de ti amortiguar realmente el frenético latido de tu corazón, ocultándolo del oído siempre atento de tu prometido? En tu propio interior, el ritmo latía, haciendo eco como un círculo de tambores, increíblemente fuerte en la quietud opresiva de la cabaña.

La paranoia de Stanford no irrumpió en vuestras vidas de repente, sino que se introdujo silenciosamente, casi imperceptiblemente, como una sombra que se alarga al anochecer. Todo empezó cuando desarrolló una peculiar fascinación por los triángulos, una forma geométrica simple que, en sus manos, cobraba vida propia. Transformó la cabaña, que antaño había sido un lugar de calidez y refugio, en una galería de vidrieras trigonométricas, cada pieza más elaborada, más intrincada que la anterior. Al principio, os pareció entrañable, incluso encantadora, y os reísteis de ella como si fuera otra de sus inofensivas peculiaridades. Os dijisteis a vosotros mismos que era Stanford siendo Stanford, su mente brillante siempre en busca de nuevas ideas.

Pero a medida que los días se convertían en semanas, los triángulos empezaron a multiplicarse. Sus bordes afilados y precisos arrojaban una luz extraña y fragmentada sobre tu casa, convirtiendo los espacios familiares en algo ajeno, casi irreconocible. Empezaste a notar que la cabaña, que antes era acogedora, ahora parecía distorsionada, que su atmósfera estaba cargada de una tensión tácita. Y, sin embargo, no la veías como lo que era... al principio no. No querías verla. Te decías a ti mismo que era solo el cristal, solo la forma en que la luz lo iluminaba, solo la forma en que Stanford canalizaba su creatividad. Ignoraste la forma en que se te retorcía el estómago de inquietud, desestimaste el temor que se arrastraba por tus huesos.

𝐌𝐈𝐒𝐓𝐄𝐑𝐘   ˢᵗᵃᶰᶠᵒʳᵈ ˣ ʳᵉᵃᵈᵉʳDonde viven las historias. Descúbrelo ahora