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La luz era tenue, con un brillo azulado que iluminaba los equipos y las paredes metálicas, proyectando sombras largas que acentuaban el cansancio en los rostros de quienes trabajaban allí. Neteyam estaba sentado en una silla de metal frente a una cámara que había encendido hace unos minutos. Sus dedos tamborilean con impaciencia sobre la mesa mientras la luz roja del dispositivo indicaba que estaba grabando. Suspiró profundamente, claramente agotado.





Okey... -. Comenzó, haciendo una pausa para reunir sus pensamientos mientras se pasaba la mano por el cabello. — Es el registro número doce, son las 21:32 y... ¡Agh! ¿En serio tengo que hacer esto? En serio, estoy muy cansado -.





La última frase fue casi un lamento, y su mirada cansada se dirigió hacia su hermana Kiri, quien estaba sentada al otro lado de la cápsula. Kiri apenas levantó la vista de su microscopio, donde estaba enfocada en algunas muestras que había recogido durante el día.





Kiri no levantó la vista, simplemente hizo un gesto con la mano, como si la queja de su hermano no mereciera ni una respuesta verbal completa. — Sí, ahora, mientras lo tengas fresco -. Dijo con total indiferencia, sus ojos nunca apartándose de las muestras que tenía bajo observación.





Neteyam dejó escapar un suspiro prolongado, resignándose a continuar. Giró la silla un poco más hacia la cámara, su cuerpo se inclinó hacia adelante, y se pasó una mano por el rostro antes de continuar.




Okey... Ubicación: La maldita choza -. Dijo con sarcasmo, dejando claro su descontento con el lugar donde se encontraban. — Y los días se vuelven rutina. Cada día es igual al anterior, y la única diferencia es lo cansado que estoy -. Agregó, claramente molesto, mirando fijamente a la cámara como si deseara que su mal humor pudiera ser capturado en la grabación.





Hubo una pausa breve en la que parecía estar pensando en lo que diría a continuación, o tal vez en cómo evitar seguir hablando. Pero pronto, su tono cambió, más reflexivo pero todavía ácido.





El idioma apesta -. Masculló, entrelazando sus dedos detrás de la cabeza. — Es como aprender a desarmar un arma: repetición y repetición -.  Esbozó una sonrisa agria, como si recordara algo que realmente le molestaba.





La cámara capturaba la frustración en su rostro antes de que la imagen en su mente tomará forma con mayor claridad.

En la escena retrospectiva, Ao'nung y Neteyam estaban sentados frente a frente en algún claro del bosque arriba de algunos troncos de gran altura, el lugar estaba algo escondido por las ramas de los árboles así que en cierto modo se miraba romántico el lugar  , el primero señalando partes del cuerpo mientras le enseñaba a su compañero algunas palabras básicas en su dialecto nativo. A pesar de lo cercana que se había vuelto su relación, en ese momento Ao'nung parecía perder rápidamente la paciencia.

𝐅𝐚𝐥𝐥 𝐢𝐧 𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐏𝐚𝐧𝐝𝐨𝐫𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora