8.SOCIEDAD CONSUMISTA

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Kim Namjoon es un alfa carismático de veintiocho años. Sus padres fueron importantes empresarios de la industria agroexportadora, ya jubilados todo el poder estaba sobre los hombros del apuesto hombre. A su lado tomándole de la mano, se encuentra su esposo Kim Seokjin quien es un omega de clase alta y refinado con una pequeña niña de al menos siete años sonriente y muy bella.

Min Yoongi no tardó en aparecer con su hijo en brazos y un Jimin vistiendo un elegante atuendo de encajes ceñido al cuerpo, destacando su figura a través de la costosa ropa que lo cubre.

Jung Hoseok llegó después acompañado de la mano con un apuesto omega de cabello castaño claro. Su rostro era un lienzo sin imperfecciones, digna figura de arte contemporáneo para inmortalizar en un museo internacional. Claramente se había ganado la atención no sólo de los dos alfas de familia, si no de todos los presentes contando periodistas, secretarios y el personal del restaurante.

-- Creí que tenían cuatro hijos. -- habló Seokjin en la mesa, refiriéndose al único niño con sus padres.

-- Los tenemos pero supongo que por experiencia propia, saben que es difícil salir con todos cuando son pequeños. -- respondió con sutileza Yoongi al mirar a Yoonsang comiendo con destreza para sujetar los palillos.

-- Ha de ser un trabajo duro para ti, Jimin. -- invitó Namjoon a hablar al omega rubio que se mantiene en silencio.

-- No es tan complicado, adoro a los niños y mi suegra ayuda en casa además de las niñeras. -- sonríe el menor respondiendo a la pregunta.

-- Oh, entonces es verdad que la señora Min vive con ustedes. ¿Puedo preguntar si los rumores de la separación de tus padres son correctos, Yoongi? -- al parecer los Kim disfrutaban de las charlas sobre la mesa.

-- Mi madre vive con nosotros porque quiere estar cerca de sus nietos, no hay tal separación en plan. -- sonrió falsamente.

-- Las separaciones no son tan malas. -- agregó Hoseok ganando atención, aprovechando que la plática era entretenida. -- Sólo mírenme a mi.

-- Tiene razón, se lo ve muy bien. -- apoya Kim Namjoon. -- ¿Pero cómo fue el asunto para sus hijas? Debió ser un proceso duro.

-- Están con sus madres, voy a visitarlas cada vez que puedo.

-- Mami, quiero un poco de jugo. -- la voz de la niña se hizo notar, Seokjin no tardó en ayudarla.

-- ¿Qué edad tiene? -- preguntó Jimin mirando con ternura a la pequeña de mejillas pomposas y labios idénticos a los de su madre.

-- Siete, es nuestra única hija. -- responde Seokjin. -- ¿Qué hay de Yoonsang?

-- Cumplirá siete la siguiente semana, es el mayor.

-- Es un niño bien portado, hiciste un buen trabajo Jimin.

Se limitó a sonreír y continuar comiendo.

Las conversaciones triviales no faltaron por parte de los alfas. Sin embargo, omegas se mantenían silenciosos y sonriendo cuando debían hacerlo. Dos fotógrafos habían sido admitidos en el salón, uno contratado por los Kim y el otro de parte de la prensa admitida del pueblo para las noticias locales, mayordomos esparcidos alrededor por si requerían los servicios y guardias de seguridad también.

Era demasiado quizás, pero necesario a veces, Jimin creía que era un derroche de dinero porque el pueblo donde viven si bien va creciendo en número de habitantes, se trata de personas conocidas. Nunca había visto algo raro, la delincuencia o infracciones eran poco comunes al igual que la violencia, quizás el vandalismo se estaba esparciendo en los límites de territorio pero importaba poco. Era necesario solamente para demostrar poder y estatus, un poco de altruismo para la sociedad consumista que gusta de verlos en esta clase de reuniones.

EL PESO DEL DINERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora