6.BAJO CONTROL

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—- ¿Qué tal fueron esas vacaciones? -- suelta el humo del habano que fuma como método antiestrés.

Yoongi permanece mirándolo por algunos segundos largos en los que su mejor amigo ni se inmuta de que está siendo observado. Le resulta algo inusual verlo con un semblante taciturno, diría que está enfadado si no lo conociera de tantos años juntos. Pero termina por suspirar antes de responder la pregunta.

—- Japón es atractivo, Tokyo fue una maravilla si te refieres al ambiente. -- se acomoda en el sillón del escritorio estirando los pies sobre la mesa. —- Lastimosamente no puedo decir lo mismo de los nuevos socios en la compañía de los Tao.

—- ¿Fue muy malo? -- dio otra calada permaneciendo parado frente al ventanal que muestra las cosechas escenciales.

—- Algo así. -- suspira. —- Los bastardos quieren patentar mis productos pero se niegan a pagar los millones que eso requiere. Imbéciles.

—- ¿Porqué patentarlos?

—- Al parecer la empresa farmacéutica se especializa en fragancias, quieren recibir las muestras para crear nuevos perfumes y decir que son nacionales. Es ridículo.

—- Si que lo es. Ganarían todos los créditos, eso es demasiado dinero.

—- He dejado un contrato con mis términos y condiciones para que puedan analizar su respuesta en un plazo de treinta días. No perderé mi tiempo con pobres infelices que no entienden de costos.

Ambos se encontraban en la oficina principal de Min Yoongi, siendo el dueño y su segundo al mando, para el mediodía habían pasado por siete reuniones importantes para tratar asuntos apremiantes.

Jung Hoseok había sido el primogénito de una familia adinerada que apareció en el momento preciso para aumentar las acciones de los Min. Gran parte se lo debían y como gratitud les ofrecieron ser los socios principales de la empresa. Desde entonces los alfas congeniaron bastante bien, no sólo en el trabajo si no en personalidad y moralidad. Como si hubieran sido educados de igual forma pero separados.

Ahora, después de mucho ajetreo durante toda la mañana, finalmente podían encontrar algo de calma dentro de la oficina mientras fuman y beben un vaso de wisky para ponerse al día.

—- He agendado la reunión con los Kim para el día viernes en el restaurante The Rose. -- anuncia el alfa de cabellos marrones viendo el ceño fruncido de su amigo.

—- ¿Porqué allí?

—- Dijo que quería un encuentro ameno, con cena incluída y que lleves a tu familia, los gastos corren por su cuenta yo sólo me encargué de organizar la fecha y hora.

—- ¿Porqué quiere hacer eso?

—- Dijo que quiere conocer a tu familia, a tu omega. --una ligera sonrisa burlona aparece. —- Fueron esas las palabras exactas que dijo.

Yoongi estuvo a nada de protestar que alguna mala intención había allí. Sin embargo, la puerta siendo abierta y una figura femenina apareciendo, lo detienen de soltar insultos a los cuatro vientos.

—- Señor Min me preguntaba si quería recibir el almuerzo ahora mismo ya que no ha tenido tiempo para desayunar.

—- Ahora no Choa, pero podrías llevarte estos informes, por favor. -- pidió amablemente extendiendo los papeles.

—- Por cierto ¿Ya marcaste a Jimin? -- pregunta Hoseok ignorando a la omega que pasa a tomar en sus manos dichos papeles. —- No sé qué estás esperando para hacerlo, es una belleza andante.

—- Sabes cuál es mi respuesta. -- responde Min, algo incómodo por la mención del tema que mil veces le recuerdan y mil veces detesta escuchar.

—- Lo sé, no quieres atarlo a ti. -- repitió la misma excusa barata que siempre repite, la secretaria cerró la puerta dejándolos solos y volvió a hablar. —- O quizás no quieres atarte tú a él.

EL PESO DEL DINERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora