Once Upon a Time VII

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San no podía estar más confundido con lo que sus ojos veían, la pizarra al frente de todo llena de distintas formulas y ecuaciones. El podía entender sobre espadas, aunque sea básico todavía en el tema, pero formulas para poder crear una poción, imposible. Pero no quería preguntar a alguno de sus compañeros, necesitaba mantener una imagen de chico rudo, fuerte, misterioso, totalmente mentira, pero bueno. A pesar de tratar de mantener su poker face, el chico detrás suyo pudo notar como hacia ligeras muecas que podían pasar de ser percibidas para los demás que estuvieran alejados de el.

Wooyoung en cambio estaba teniendo un debate interno, preguntándose a si mismo el por que siquiera sentia la necesidad de ayudar a su compañero, si no le caia bien, capaz era la pena.

— pss.

Igualmente podría aprovechar y preguntarle sobre su hermano, dirección, etc.

— pssss.

Bueno, san claramente lo estaba ignorando, mejor, pensó. No pasaron ni dos minutos que volvió a intentar llamar su atención, con la parte redonda del lápiz tocó su espalda, de forma muy baja, en un susurro hablo.

— san ¿no necesitas ayuda?

El mencionado, confundido por quién le estaba hablando, dió vuelta la cabeza para poder verlo, total el profesor Merlin estaba sentado mirando algunos papeles.

— angel ¿tuya? puede ser.

Dios, por esto no lo quería ayudar.

Rodando los ojos, wooyoung pensó. Mordió su labio inferior antes de bajar la mirada a sus apuntes, con un suspiro largo volvió a mirar al pelinegro.

— no te hagas el gato conmigo, si, una cara de perdido tenés ¿que es lo que no entendés?

— todo, yo no me hago el gato con vos, que es eso igual.

Pregunto riéndose de forma pícara el más alto, sabiendo perfectamente a qué se refería el rubio. Tratando de ponerse serio miro también los apuntes del contrario, señalando una ecuación rodeada de tinta brillante.

— ¿eso no entendés? Mira es sencillo.

Ahí, antes de explicarle esa ecuación de dos más dos al otro, se le cayó una idea del cielo.

— para.

— ¿que? ¿para que?

— antes de explicarte, hagamos un trato.

— ¿un trato? sobre que, a ver decime.

El rubio alzo sus brillantes luceros para poder ver aquellos duros ojos negros, que a pesar de la diversión en su rostro se notaba serio también, dudando ciertamente de hacer un trato con el. No le tenía confianza de nada, lo toqueteo, lo odia y ahora está por hacer un trato con el, una locura.

— te puedo ayudar todas las veces que quieras está semana, en lo que quieras a cambio de.

— ¿en todo lo que yo quiera?

Interrumpió el mayor, mirándolo está vez mucho más serio que antes, su mandíbula apretándose un poco de más, pensando ya en algo. El rubio al ver esa dureza, pensó cualquier cosa, sus cachetes volviéndose rosas por haber divagado por un momento.

— ¡depende que sea! bueno, no importa, yo necesito la dirección de tu casa, tengo cosas que darle a tu hermano.

— no pienses cualquier cosa, bueno, lo voy a pensar.

Cambio su expresión en menos de cinco minutos, volviendo a sonreír de forma ladina, asintiendo sin darle una respuesta realmente clara al contrario, el cual bufo mientras rodaba sus ojos, ya anticipando que medio lo iba a boludear con eso, justo cuando estaba por contestarle, la campana que daba fin a la clases por fin sonó, provocando que el griterío se forme en aquel salón, todos listos para el cambio de clase, seguramente la última que tendrían este día que pareció ser tan largo. Cuando el rubio volvió a prestar atención, después de haber agarrado todas sus cosas para poder llevárselas, el pelinegro ya no estaba, en su lugar había una notita sobre la mesa, con una dirección y abajo, un par de números más, no pudo evitar soltar la risa que se le escapó, volviendo a ponerse serio mientras tomaba aquel papel para poder irse del lugar.

La última clase no la compartía ni con su mejor amigo, fue aburrida, durmió más de lo que presto atención. A la hora de salida espero un rato antes de dejar el gigante castillo, que decía ser una escuela, mientras se iba, vio pasar aquellos ojos negros de forma rápida, fugaz, en una moto mágica más grande que él.

El combo completo.

Se rio antes de seguir su camino.

Lost Shoes, Red Apples in Two, Leafless Roses, Big Books and more. [ATEEZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora