Un serio wooyoung daba pasos largos hasta la entrada de la gran cafetería, las puertas blancas con detalles en diamantes cerradas lo hicieron suspirar con pesadez, llevando dos de sus dedos al puente de su nariz intento calmarse de la pequeña situación que había dejado atrás con el imbécil de los casilleros, que mala suerte que tuviera esa actitud de gato, pensaba. Una vez calmo su ira y pensamientos se adentro a la cafetería. Antes de buscar a su, dichoso, amigo, decidió que sería mejor ver qué había para comer el día de hoy, siendo el primer día algo bueno tendría que haber.
Se equivocó.
Los fideos verdes, con salsa verde, y al parecer, muchos champiñones de duendes le dieron una calida bienvenida. Tapó su nariz al fuerte olor de aquella pasta, finalizando por tomar unas cuantas frutillas y marcharse a buscar a su amigo.
No le costó mucho trabajo encontrarlo, su expresión viéndose un tanto sorprendida al verlo acompañado de un chico demasiado bonito. Sin cautela se acercó hasta ellos, sentándose al lado de Jongho, inspeccionando las facciones del rubio y de su amigo, el cuál apenas se había dado cuenta que llegó.— tardaste.
Habló aún con comida en su boca, wooyoung no pudo evitar hacer una nueva ante eso.
— fue por culpa de ese imbécil, vos encima te escapaste y me dejaste solo.
— no era para tanto.
— ¡si era! me podrías haber dado apoyo moral.
Jongho no pudo evitar soltar una fuerte carcajada, captando la mirada molesta de yeosang en el proceso, callando abruptamente antes de mirar otra vez a su amigo.
— ¿que fue lo que hizo? ¿taaaan terrible
fue?— ¡me tocó sin mi permiso! me puso las manos en mi cintura porque casi me caigo, pero después las bajo a MIS caderas, es un DELITO.
Otra carcajada escapó del pelinegro, no pudiendo contenerse está vez por lo absurdo en las palabras de su amigo, el cuál se encontraba mordiendo con furia una pequeña frutilla, con su ceño fruncido, pareciendo más un pequeño gato enojado, una silueta paso por el costado de su mesa, robando una frutilla de su bandeja. Los ojos de wooyoung se abrieron de sobremanera, listo para atacar a quien fuera que se atrevió a tocar su comida, cuando estaba por levantarse la voz de Jongho lo detuvo.
— ¡Mingi Hyung!
Wooyoung quedó helado, viendo a su crush comerse aquella fresa mientras saludaba.
— ey ¿cómo están chicos? Necesito que me hagan un favor.
La sonrisa ladina del mayor les dió escalofríos a los menores. Mingi era un año mayor que ellos, conociendolos gracias a una materia que tuvo que recursar un año anterior junto con ellos, que recién la estaban dando, se llevaron bien, aunque el rubio entre ellos género un pequeño crush con el mayor.
— ¿que necesita Hyung?
Jongho tan educado fue el que siguió contestando, dándole una pequeña patada por debajo de la mesa a wooyoung para que reaccionara, el agredido parpadeo un par de veces antes de ubicarse en la situación en la que se encontraban. No era la primera vez que su mayor les pedía que hagan algo por el, siempre resultando en desastres en cadenas de largo plazo, como cuando les dió un paquete para que se lo entregaran a uno de último curso y mingi lo había estafado, repercutiendo en los menores con algunos moretones pequeños, así muchas situaciones parecidas.
— es sencillo, minghao me pidió si podia conseguirle un afilador para su espada nuevo, lo tengo, pero no quiero llevarlo. Así que ustedes lo van a llevar por mí.
— ¿un que?
— pero mingi Hyung, ni siquiera sabemos dónde vive ese tal minghao.
— su hermano menor entro este año, me parece que comparte clases con alguno de ustedes, van a tener que preguntarle y van, no es tan difícil, me tengo que ir, después les doy el coso.
Sin más decir se fue, dejando en un estado de confusión a wooyoung al igual que jongho, yeosang que fue observador de toda la escena simplemente rio, cerrando el libro en sus manos y con una pizca de bondad les hablo.
— su hermano menor se llama San, es hijo de Mulan y por lo que se, está en danza avanzada, me voy.
La mente del rubio contrario hizo click, haciendo una mueca bastante divertida en su rostro al darse cuenta a quien pertenecía ese nombre, paso sus manos por su cara de forma frustrada, girando luego a ver a su amigo, pero este habia desaparecido otra vez, incredulo vio hacia la puerta de la cafetería, el pelinegro habia seguido al pequeño durmiente, rió otra vez de forma incrédula. Se paro de aquella mesa y se alejo lentamente del lugar, pensando en como interceptar a san, para poder sacarle información sobre su dirección, pero también debatiéndose si era necesario hablarle, no quería que pareciera arrepentido de sus propias palabras, bueno, ya se le iba a ocurrir algo, por mientras se enfocaría en sus clases. Otro suspiro pesado salió de sus labios en cuanto entro al salón, viendo al maravilloso rey de Roma sentado delante de su asiento habitual, parece que no era su día hoy, para rematar la clase de pociones y maldiciones era su materia menos favorita.
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Lost Shoes, Red Apples in Two, Leafless Roses, Big Books and more. [ATEEZ]
Acak-Hey Ángel! -No me llames Ángel. -Ya, tranquilo Ángel, solo quería preguntarte si esta zapatilla era tuya o no. -... Principalmente woosan.