Mi Verdadera Maldición 18+ || Tokyo Debunker

3. Lulu en vagastrom

Llegué a vagastrom y me sentia en comodidad, habia sido de las primeras casas con las que colaboré y Allan me ayudó controlar mi poder de sangre.

- Holaaaaa - dije al saludarle, como siempre estaba arreglando un carro - siempre lleno de grasa.

- Hola V veo que ya estas bien - dijo incorporandose - desde hace tiempo no te veo ni platico contigo con tranquilidad.

- Asi es ... me deje llevar un poco - dije amargamente - y perdimos contacto.

- Da igual, ese pelirojo me ponia los pelos de punta, mas bien yo debo darte las gracias, muchas veces evitaste que matara a esa escoria - me dijo aliviandome el alma - y ¿que haces aqui? ¿Ocupas algo? Sea como sea este lugar no es lugar para una chica.

- No ocupo nada, ando con Sho y me pidió que vinieramos y se me ocurrió saludarte  - respondí generando una reacción de sorpresa en él - ¿andas ... de salir?

- ¿esto te responde? - le mostre la marca de mi cuello que habia realizado, note decepcion - ya veo ... si me responde.

Golpeo el capó haciendome brincar del susto.

- ¿t-todo bien? ... lo a-acabas de arruinar-r  - dije pero al segundo comprendi su frustración.

Allan y yo  en mis primeros meses nos  habiamos vuelto cercanos incluso me contó sobre su pelea con el profesor Dante y teniamos largas noches en vela acompañadas de tragos. Intenté decirle algo para tranquilizarlo pero mis palabras no salieron de mi boca, el golpé llamó la atención del ser mas despreciable de la academi.

- Eres una compañera muy leal, espero Sho si sepa valorarte - dijo llevandome mas al interior en donde mi mirada se cruzó con Leo.

- Oh pero si es el banco de sangre andante ¿que haces aqui? - me pregunto al verme.

- Nada que te importe, influenser de segunda - le respondi con desprecio mientras se marchaba.

- Jummm no me cae bien ese sujeto — le murmuré a Allan mientras tambien me disponia a despedirme de él, Sho me habia enviado un mensaje que estaba en la cocina.

— Holaaaaa — dije cariñosamente al llegar, con un beso en la mejilla — Hola honey, ten come un poco.

Me dio a probar una botana. Sho tenia preparado varios bocadillos y bebidas alcoholicas.

— ¿Tendremos fiesta? — le sonreí al probar un guacamole que habia preparado.

— Si quieres a tomar prefiero que sea en un lugar un poco mas seguro que un bar honey — me sonrio haciendo un brindis conmigo.

— Y ese lugar seguro es en tu ¿habitación? — le dije arqueando mi ceja y tomandolo de su corbata.

— Si y tranquila yo no tomaré tanto, tu puedes disfrutar todo lo que desees — me respondió encerrandome entre sus brazos.

— ¿todo lo que yo desee? ... ¿y si te deseo a ti? — le cuestioné rodeando mis brazos en su cuello en busca de sus labios.

Cerre mis ojos porque fijo nos besariamos, senti sus manos posarse en mi tracero y quesar presadas en la mesa, me protegia que no me lastimara. Nos besamos escasamente 2 segundos porque unos gritos irrumpieron nuestro momento.

— ¡¡MALDITA ZZ .... AQUI ESTAS!! — Dijo Romeo al entrar de golpe.

— Hola lulu — expresé viendo que arruino mi momento.