Mentira De Patas Cortas (Suga-BTS)

Capítulo 6

Durante la comida, Jimin ordenó vino para los dos mientras íbamos hablando, nos conocimos un poco para entrar en confianza, intercambiamos números de teléfonos, pues el de él personal aún no lo tenía, luego Jimin se ofreció a llevarme a casa.

En casa, Yoon Gi estaba preparando la cena para esa noche y las demás mujeres no estaban en la casa. Me acerque a mi esposo y con más calma le pregunté si estaba bien.

-No estoy bien. - dijo sin verme.

-De seguro es por el desayuno de esta mañana, ¿Cierto?

-Sí. - volteó a verme - Ya no estamos como antes y eso me duele.

-Nada es como antes y eso es parte de mi cambio. - suspiré - Te extraño a ti, a nuestra privacidad, nuestro tiempo juntos.

-Yo quisiera que fuéramos solo los dos, pero, ¿Qué hago con mi familia? Es lo único que tengo después de ti. - mi esposo tomó mis manos.

-Tu madre y hermana deberían irse a trabajar y pagar su propia casa, Eun Bi por su parte que se quede aquí hasta que su mamá se pueda hacer cargo junto contigo de ella. Yo quiero que seamos solos los dos.

-Hablaré con mi familia. - Yoon Gi beso mi frente y luego se fue.

Momentos más tarde, bajé a la cocina para cenar con todos, la comida está vez era menos, pues no había podido comprar más ese mes.

Mientras disfrutaba de la comida, alguien tocó a la puerta, todos nos quedamos mirando indicando que no estábamos esperando a alguien más.

-Iré a ver quién es. - dijo Yoon Gi.

-Yo vengo en un momento. - dije y salí caminando detrás de él.

Me quede parada en una esquina observando a Yoon Gi, quien abrió la puerta y rápidamente fue rodeado por los brazos de una mujer. Decidí acercarme a ellos para saber quien era esa chica, en ese momento noté que la mujer también traía maletas.

-¿Cómo estás? - Yoon Gi la alejó un poco para poder hablar con ella.

-Estoy bien. ¿Sabes? Vine porque tu querida hija me pidió que viniera. - en ese momento la mujer notó mi presencia - ¡Hola! - también me dio un fuerte abrazo.

-¡Hola! ¿Quién eres? - sonreí para parecer cortes.

-Soy Ki Milena, soy la madrina de Eun Bi. - ahora entendía todo.

-Mucho gusto, yo soy _______, esposa de Yoon Gi.

-Vaya, que buenos gustos tienes. - le dijo la chica a mi esposo.

Con mucho gusto añadimos un plato más a la mesa, Milena había venido por unos días para estar con Eun Bi, pues ella así lo quiso. No dije nada sobre la situación en la que estábamos en la casa, solo disfrute de su visita sin problema.

Más tarde esa noche, Milena, Yoon Gi y yo nos reunimos en la terraza para hablar sobre su llegada, pues ella vino porque Eun Bi le dijo la realidad de cómo estaban las cosas en la casa.

-Eun Bi me dijo que viniera a ayudarla porque aquí no hay dinero.

-No mintió. - dije tranquila.

-¿Cómo que no? Esta casa está hermosa y parece lujosa.

-Esta casa debe dinero, incluso lleva un mes atrasada. - Yoon Gi me miró sorprendido.

-Vaya, entonces, ¿Pasan hambre también?

-No, pero no tenemos los mismo gustos de antes porque el dinero solo es para cosas importantes.

-Bueno, pues yo los puedo ayudar con la colegiatura de la niña y con la comida.

-La niña está en una escuela pública y de ahí no se irá. - dijo Yoon Gi.

-Yo la pagaré. - Milena habló con voz fuerte.

-No me importa, ella debe hacer lo que yo diga. - mi esposo dijo su última palabra.

-Luego lo hablaremos, por ahora es muy pronto para que lo aceptes.

Esa noche en mientras me preparaba para dormir, Yoon gi se acercó para preguntar sobre el tema de los pagos de la casa.

-¿Es cierto que está atrasada?

-Sí.

-¿Por qué no la pagaste? La casa es lo más importante, _______. - mi esposo parecía enojado.

-Tu familia estaba aquí, gastaron toda la comida, los facturas aumentaron y rompieron cosas que debí arreglar rápidamente, eso acabó con el dinero de la casa. ¿Lo entiendes?

-Entiendo. - su humor aún era fuerte - ¿Qué podemos hacer?

-Bueno, mi plan es pagarla el próximo mes al doble.

-Venderé mi reloj de oro.

-¿El que te regaló tu padre?

-Sí. Ese reloj vale lo mismo que paga un mes de la casa. - sacó el reloj de la gaveta.

-No lo hagas. - le quité el reloj de las manos - Yo pondré la casa al día, te lo prometo.

Al día siguiente, mientras estaba preparándome para ir a la empresa, escuché mi celular desde mi bolso, rápido corrí hacia el viendo una llamada de Jimin en proceso.

-¡Hola!

-_______, te llamo para recordarte que mañana es nuestra primera salida y debes prepararte bien para esta.

-Está bien.

-Sé que no estás bien económicamente, por eso te haré una transferencia para que te pongas guapa. Te pasaré a buscar a la empresa en la que trabajas a las siete de la noche.

-Bien, allí te espero.

...