Mentira De Patas Cortas (Suga-BTS)

Capítulo 10

Narra ______

Quedé en una sola pieza cuando escuché a mi esposo hablar sobre mi comportamiento este tiempo. Realmente no pensaba que había sido dura con él por pedirle espacio y consideración, por eso me asombro mucho que dijera incluso que se iba a ir de la casa.

-Amor, no tenemos que llegar a estos términos.

-Es lo mejor, _________. - soltó la maleta sobre la cama - Estoy harto de que solo hables de dinero y gastos, que no podamos comer o usar cualquier cosa sin tener que escucharte decir lo mismo "soy la única que paga las cosas en esta casa". Dime una cosa, ¿Qué no has podido hacer todo este tiempo?

-Lo he hecho todo, pero no ha sido fácil. - lágrimas aparecieron.

-Mira, yo no voy a cambiar de opinión, no voy a regresar a esta casa hasta que tenga trabajo y pueda ayudarte.

-Yoon Gi no te vayas, por favor, perdóname.

-Lo siento, pero eres egoísta.

Sus palabras fueron duras, tan duras que jamás las iba a olvidar. Aunque sus actos fueron los que me desesperaron a alto nivel, pues al verlo recoger sus cosas por mi mente pasaban mil cosas a la vez.

-¿Por qué se va con alguien más? ¿Acaso ya no me ama? ¿Son ellas más importantes que yo o estamos a un mismo nivel?

No pude hacerlo cambiar de opinión, Yoon Gi recogió sus cosas y las bajó a la sala junto a las demás, luego regresó a nuestra habitación y molesto se acostó a mi lado en la cama, en dónde cerro sus ojos y ya no dijo nada más.

Me quedé a desayunar el día siguiente, estaba tan ansiosa que quería estar cerca y saber que iba a suceder entre Yoon Gi y yo.
Cuando todos terminaron de comer, los pude ver caminar hacia la sala y tomar sus cosas, luego salir de la casa sin preocupaciones ni culpa.

-¿Te vas a ir? - le pregunté a mi esposo con los ojos llenos de lágrimas.

-Sí. - tomó su maleta - Hablamos luego.

-No te vayas. - sujete su mano.

-Tengo que hacerlo por mi propio bien, estoy cansando y disgustado.

-Está bien. - solté su mano con brusquedad retrocediendo.

No tenía opción, así que me fui a trabajar, debía seguir luchando por mi casa, por mi futuro y por mí misma. Trabajar ahora era lo único que me quedaba, pues no tenía nada más que hacer.

Esa noche mientras regresaba a casa, me distraje viendo mi teléfono, esperaba encontrar un mensaje o una llamada de Suga, pero no, no había nada ahí.

Justo cuando voy a guardar mi teléfono, sentí el impacto de algo contra mí, luego mi cuerpo cayó al suelo en dónde pude sentir dolor en varias parte de mi cuerpo.

-¿Estás bien? - solo esto escuché antes de perder el conocimiento.

Narra Suga

Eran las ocho de la noche cuándo mi teléfono sonó, al contestar, el personal del hospital cerca de mi casa me comentó que ________ había tenido un accidente y que estaba recluida en dicho lugar.

-Iré de inmediato. - colgué la llamada - ________ sufrió un accidente, tengo que ir a verla. - le dije a Milena.

-¿Vas a creer eso? - Milena sonrió - Estás separado de ella, puede hacer cualquier cosa para chantajearte.

-No lo creo, ________ no es esa clase de mujer.

-Bueno, aquí te esperamos.

Rogaba que no fuera nada grave, me mataría la culpa si algo le sucediera estando yo enojado con ella, jamás me lo perdonaría.

Llegué al hospital y rápidamente pedí información de ______, de inmediato llamaron al médico que la atendió, el cual se reunió conmigo en su oficina.

-¿Qué le pasó a mi esposa?

-Un auto la golpeó cruzando la calle de camino a su casa, sufrió fractura en su pierna derecha, pues fue el lado por el cual recibió el golpe. Luego de la fractura, tiene golpes y cortaduras que en varios días estarán mejor. Por suerte su vida está a salvo.

-¿Puedo verla?

-Sí, en unos minutos cuando sea dada de alta. 

-Aquí la espero. 

Narra _____   
Al darme de alta, un chico me llevó hasta la sala de emergencias en una silla de ruedas, allí podría pedir un taxi y con ayuda del chofer poder llegar hasta mi casa.

Justo cuando el chico me deja sentada en un banco, Yoon Gi se acerca de la nada y preocupado me pregunta si estaba bien. 

-Tengo mucho dolor. - me queje.

-Vamos a casa. - intentó ayudarme a levantar, pero se lo impedi. 

-¡No! No necesito tu ayuda. - sus rostro cambió totalmente.

-Vine a ayudarte. 

-No sé porque viniste, ni siquiera autorice para que te llamaran.  

-¿Qué te sucede? EStás mal, necesitas ayuda de tu esposo. 

-Ahora eres mi esposo, mientras que ayer eras mi enemigo. - me levanté del banco en donde estaba sentada - No te necesito, yo puedo sola, así como he podido todo este tiempo. 

-Te vas a lastimar, espera.

 -No me hables más. - la empujé - Por tu culpa esto me pasó, por llevar los ojos llenos de lágrimas por poco y mi vida se acaba, no merezco, no merezco tanto dolor como el que he tendido desde ayer. Así que vete, hazlo como lo hiciste sin importar lo que yo sintiera esta mañana. ¡Hipócrita!  

...