Capítulo 6

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Cabello, maquillaje, atuendo, zapatos y accesorios.

Repetí tres veces lo mismo en mi cabeza al mismo tiempo que me miraba en el espejo y una vez satisfecha, me apresuré en salir de mi casa y subir a mi auto.

No voy tarde, pero me gusta ser puntual. Hoy es la primera vez en meses en que asistiré a una reunión la cual no es de trabajo, y a pesar de que no conozco a nadie de los que estarán presentes a excepción de Dante, eso no significa que no quiera dar una buena primera impresión.

Me detengo en un rojo y suspiro. Mentiría si dijera que no estoy nerviosa, soy pésima para las reuniones sociales y solo espero no ser una molestia para alguien. Así que tengo pensando solo hablar si es estrictamente necesario, lo último que quiero es incomodar a los amigos de Dante o al propio Dante.

No lo tengo pensando, pero si sucede algo entre nosotros esta noche no voy a evitarlo. Creo que sería un buen comienzo para sacar a alguien de mi mente y Dante es un buen candidato. Ayer revise su perfil profesional y su historial en la empresa, tiene su archivo limpio y nunca ha tenido un reporte en los dos años que ha estado trabajando para el señor Harrington.

Bien, es momento.

Bajo del auto y entro al bar con el nombre que me envió Dante. Hay varias mesas ocupadas y una canción country suena por todo el lugar. Siento escalofríos al no encontrar a Dante hasta que veo una mano sacudirse en una esquina cerca de la barra.

—Aquí, Eva. — me dirijo a la mesa rectangular donde hay alrededor de doce personas sentadas y las cuales tienen sus ojos puestos en mi lo cual me revuelve un poco el estómago. —Hola. — me saluda con un beso en la mejilla, dejando su mano en mi espalda baja.

—Hola. Pensé que venia temprano, pero parece que soy la ultima en llegar.

—No pasa nada.

Me lleva hacia el asiento vacío a su lado y nos sentamos, no digo nada ante su mano cubrir una de mis rodillas o ante su acercamiento extremo. Estoy un poco incomodo, pero no será por mucho tiempo.

—Vaya, si soy sincera nunca imaginé que tendría la oportunidad de verte fuera de la oficina... Eva. — mis ojos se elevaron hacia la castaña de ojos marrones, ella me sonríe con amabilidad la cual sé que es sincera.

—Sinceramente, yo tampoco. — ella rio y unas cuantas risas más se unieron.

¿He sido graciosa? Bueno, creo que voy por buen camino.

—¿Trabajar directamente con el señor Harrington no es difícil? — pregunto otra chica, una rubia de ojos azules. —Es un hombre guapo y al cual me encantaría enterrarle las uñas, pero tiene un aura y mirada tan profunda que estar cerca de él se siente tan pesado incluso respirar.

—Realmente no. Después de cuatro años de trabajar juntos, puedo asegurar que en ningún momento tuve complicaciones para realizar mi trabajo. — tomo el vaso con agua que me ofrece Dante.

—Hum. ¿Sabrás si tiene novia?

Sentí una extraña pesadez en el pecho, pero tomando una respiración respondí a su pregunta.

—No, no lo se. — contraje los labios y sostuve con fuerza el vaso en mi mano. —Pero hay una mujer la cual se ha rumoreado por años que será su prometida.

—Oh, hablas de Charlotte Davis. — todos miraron al chico pelinegro que hablo. —Si, desde que eran niños se ha dicho que ambos se casarían al crecer. Así que no se sorprenden cuando este la noticia de su compromiso.

—Bueno, aun tengo oportunidad.

—¡Ja! Ni en tus sueños. — se burlo otra chica de la rubia. —No voltea a ver a sus empleados y nunca ha habido un rumor del jefe con alguna mujer de la empresa. Olvídalo, no tienes oportunidad.

La amante del CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora