Capitulo 13

6 1 0
                                    

El martes por la mañana me desperté con la cabeza dando vueltas. La cita con Easton no dejaba de rondarme la mente, y cuanto más lo pensaba, más dudaba de lo que debía hacer. ¿Era todo esto una buena idea?. Necesitaba desahogarme, así que, sin pensarlo mucho, agarré mi móvil y mandé un mensaje rápido a Blair y Kate para organizar una reunión de emergencia en mi casa. Sabía que ellas serían sinceras conmigo, incluso si no siempre me decían lo que quería escuchar.

En menos de una hora, mis dos mejores amigas ya estaban sentadas en mi cama, cada una con una gran bolsa de snacks y la energía para una buena tarde de chismes.

—Vale, Mia. Cuéntalo todo —exigió Blair con una sonrisa traviesa mientras se acomodaba entre las almohadas. —Sabemos que pasó algo más después de que te fuiste de la fiesta de Mason. Ya no puedes guardártelo más.

Suspiré profundamente. Sabía que tenía que contárselo todo. Me mordí el labio inferior antes de empezar.

—De acuerdo, ahí va —comencé—. Después de la fiesta... y de ese... desafortunado beso delante de todos, me encontré con Easton fuera del baño. Fue... raro. Me preguntó por qué lo había besado y estaba enfadado, o al menos eso parecía. Luego, después de eso, las cosas estuvieron aún más tensas cuando me acompañó a casa, aunque no habló mucho. Solo un “nos vemos” y se fue.

Kate abrió los ojos como platos.

—¿Te acompañó a casa y solo dijo “nos vemos”? —preguntó, claramente indignada.

Asentí con la cabeza.

—Exacto. Fue incómodo. Pero ayer, en castigo, las cosas cambiaron. Se disculpó por lo indiferente que había sido... y... —tomé aire— me pidió una cita.

Las dos me miraron boquiabiertas.

—¡¿Qué?! —gritaron casi al unísono.

—Sí, me pidió una cita. Pero lo más loco es que... no sé qué sentir. O sea, me gusta, me vuelve loca, pero todo con él parece tan complicado. No sé si debería salir con él. ¿Y si Noah se entera? Ya sabéis cómo se puso la última vez.

Blair me lanzó una mirada seria.

—Noah va a enfadarse de todas formas —dijo con franqueza—, pero no puedes vivir tu vida tratando de agradarle a tu hermano todo el tiempo. Si te gusta Easton y él quiere intentarlo contigo, dale una oportunidad. ¿Qué es lo peor que puede pasar?

Kate asintió en acuerdo, aunque noté que se puso un poco incómoda cuando mencioné a Noah. Decidí no darle demasiada importancia; Kate a veces se ponía rara en momentos inesperados.

Justo en ese momento, mi móvil vibró. Lo saqué rápidamente de mi bolsillo, pensando que sería uno de esos mensajes típicos del grupo del instituto, pero cuando vi el nombre en la pantalla, sentí un vuelco en el estómago.

Easton 💙: ¿Sigue en pie lo del viernes?

Mis amigas se lanzaron hacia mí, tratando de ver la pantalla.

—¿Es él? —preguntó Blair, casi gritando de la emoción.

—¡Sí, es él! —les dije riendo, mientras intentaba evitar que me arrebataran el móvil de las manos.

El corazón me latía a mil por hora. Tomé aire y, tras algunos segundos de duda, escribí la respuesta:

Mia: ¡Claro! 😊

No habían pasado ni dos segundos cuando llegó su respuesta.

Easton 💙: Vale, nos vemos entonces, bella mia.

Sentí que el calor subía por mi cuello hasta mis mejillas. Esa frase en italiano, tan dulce y cercana, hizo que mi corazón se acelerara aún más. Mis amigas se volvieron locas.

—¡Bella mia! —gritó Kate—. ¡Eso suena tan romántico! ¿Desde cuándo Easton habla en italiano?

Blair le siguió el juego.

—¡Oh, Dios! Este chico va en serio, Mia. No puedes dejarlo escapar!

Intenté controlar mi nerviosismo, pero la emoción se me escapaba en cada sonrisa. Estábamos todas riendo y hablando sin parar cuando Blair puso su voz más seria.

—Pero bueno, ¿cómo vas a enfrentarte a Noah? Porque no importa lo que te diga, sabes que te va a poner las cosas difíciles.

Suspiré, recostándome contra las almohadas.

—Noah ya lo sabe, chicas. Se enteró del beso en la fiesta de Mason, y está furioso. No quiere que esté cerca de Easton. Pero... no sé, siento que quiero intentarlo.

Mis amigas asintieron en acuerdo, como si comprendieran exactamente por lo que estaba pasando. Después de todo, ellas también habían tenido sus dramas románticos.

Blair, siempre la más entusiasta del grupo, cambió el tema rápidamente.

—Bueno, ya hablaremos de eso más tarde. ¡Ahora vamos a ver Gossip Girl! Estoy de humor para soñar con Chuck Bass y Blair Waldorf.

Kate asintió con una sonrisa.

—Mejor aún, vamos a ver el capítulo en el que Blair y Chuck se casan. Ese siempre me da esperanza en el amor.

Encendimos la televisión y buscamos el episodio. Nos acurrucamos bajo las mantas, todas deseando en silencio ser como Blair Waldorf, la reina de la elegancia y del amor complicado. Mientras Chuck y Blair caminaban hacia el altar en la pantalla, soñaba despierta con mi propia historia, preguntándome si alguna vez sería tan épica.

Pero antes de que el episodio pudiera terminar, hubo un golpe en la puerta. Todas saltamos del susto, y cuando Noah abrió la puerta, Kate se puso extrañamente rígida. Lo miré con curiosidad, pero no le di demasiada importancia en ese momento.

—¿Qué hacéis? —preguntó Noah, asomando la cabeza.

—Nada que te interese, hermano —le respondí, rodando los ojos.

Noah sonrió antes de lanzar una mirada rápida hacia Kate, quien rápidamente desvió la mirada, nerviosa.

—Bueno, diviértanse, pero no hagan mucho ruido. Yo voy a salir un rato.

Tan pronto como Noah cerró la puerta, Kate soltó un suspiro de alivio.

—¿Estás bien? —le pregunté con una ligera sonrisa, pero Kate solo asintió, claramente tratando de evitar el tema.

Volvimos a la televisión, pero mi mente no podía evitar vagar hacia Easton y lo que me había escrito. Estaba tan nerviosa como emocionada, y no podía dejar de preguntarme cómo sería nuestra cita.

Y entonces, con una mezcla de ilusión y miedo, me permití soñar con que tal vez, solo tal vez, Easton Rossi podría ser mi propio Chuck Bass.

La Jugada Perfecta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora