Capitulo 17

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El día de la cita había llegado y, para ser honesta, estaba histeria total. Me desperté sobresaltada por el sonido de una notificación en mi teléfono. Era de Easton. Decía algo que me hizo sentir un cosquilleo en el estómago:

"Buenos días, bella mia. Como tus padres están trabajando todo el día y sé que Noah no estará, paso a recogerte a las 12. ¿Te parece bien?"

Al leerlo, mis nervios se dispararon. Miré el reloj: 9:00 AM. Tenía tiempo, pero no podía evitar entrar en modo pánico. ¿Qué me iba a hacer en el pelo? ¡No tenía a Blair ni a Kate para ayudarme! Me mordí el labio y caminé de un lado a otro en mi cuarto, tratando de calmarme, pero después de unos cinco minutos de ansiedad decidí que lo mejor era concentrarme en la acción.

Primero: ducha. El agua caliente me ayudó a relajarme un poco, despejando mi mente. Mientras me secaba, recordé el atuendo que habíamos elegido ayer. Saqué el vestido negro que había combinado con tacones, pero decidí cambiarlo un poco. Me pondría algo más casual, unas Converse blancas. Así me sentiría más cómoda y menos formal.

Luego me miré al espejo y suspiré. No tenía tiempo ni habilidades para hacerme nada muy elaborado en el cabello, así que decidí dejarlo suelto con mis ondas rubias naturales. Apliqué un poco de maquillaje, resaltando mis ojos, y finalmente me puse el labial rojo. No sé por qué, pero los labios rojos siempre me hacían sentir segura de mí misma. Tal vez, con ellos, podría fingir que no estaba nerviosa.

Cuando terminé de arreglarme, miré el reloj: 11:30 AM. Solo me quedaban 30 minutos antes de que Easton llegara. ¿Qué hago ahora?

Puse música en mi móvil, y de inmediato seleccioné una canción de Beyoncé, porque es mi favorita y su música siempre me anima. Sin pensarlo mucho, me dejé llevar por el ritmo y empecé a bailar como una loca por mi cuarto. Esto lo había aprendido de Anatomía de Grey: cuando estás nerviosa o ansiosa, baila durante cinco minutos y todo mejorará. Meredith y Cristina eran sabias, no podía negarlo.

Me dejé llevar completamente por la música, y para cuando me detuve, mis nervios habían disminuido considerablemente. Me sentí mucho mejor, más relajada y, sobre todo, lista para enfrentar lo que viniera.

Me senté en la cama y abrí mis redes sociales para distraerme mientras esperaba. Blair y Kate habían mandado un mensaje en nuestro chat de grupo, quejándose de lo horrible que estaba la comida del almuerzo en el instituto hoy. Les respondí con un emoticono de vómito, lo que provocó un montón de risas. Luego, me saqué una foto rápida en el espejo para mostrarles cómo me veía para la cita.

No tardaron en responder, y su entusiasmo me hizo sonreír:

"¡Estás espectacular!" "Easton se va a quedar paralizado cuando te vea, chica."

Sonreí, sintiéndome un poco más segura de mí misma gracias a sus palabras. Seguimos chateando unos minutos más, riéndonos de todo y de nada, hasta que escuché un sonido fuera de mi casa. Era inconfundible: el rugido de una moto.

Me asomé por la ventana y, efectivamente, era Easton. Llevaba una chaqueta de cuero negra que le quedaba increíblemente bien, y mientras bajaba de la moto, sacó su teléfono del bolsillo. Estaba increíble, como siempre.

Un momento después, mi móvil vibró en mis manos. Lo miré y vi que era un mensaje de él.

"Ya estoy abajo. ¿Lista para irnos?"

Sentí que el corazón me daba un vuelco. ¡Era hora! Tomé una última bocanada de aire, sintiendo esa mezcla de emoción y nerviosismo que hace que el estómago se te retuerza. Respondí rápidamente:

"Ya bajo."

Antes de salir, me miré una vez más en el espejo. Sí, esto iba a ser un día inolvidable.

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