ACELERANDO EL DESTINO | Camila Clement, la próxima gran promesa de la música argentina, decide aceptar la invitación de Bizarrap para colaborar en una nueva canción. Lo que no espera es que esta decisión la llevará a conocer a Franco Colapinto, el a...
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12 de Septiembre 2024 En el aire, rumbo a Bakú, Azerbaiyán
Camila miraba por la ventana del jet privado mientras las nubes parecían deslizarse lentamente debajo de ellos. Nunca se habría imaginado que viajaría de esta forma, y mucho menos en un vuelo de 22 horas junto a Bizarrap, Gastón Parisier y la familia del mismo Franco Colapinto. Bizarrap nunca le aviso de esto antes de subirse al jet, clara fue su sorpresa al darse cuenta con quienes iba a viajar. Sin embargo, a pesar de la extravagancia del viaje, se sentía increíblemente cómoda, como si todo fuera una extensión de las experiencias inesperadas que el último tiempo había traído a su vida.
El interior del jet tenía todo lo que alguien podría necesitar: cómodos sillones de cuero, una barra completamente equipada y espacio suficiente para moverse. Sin embargo, lo que más destacaba no era el lujo, sino la atmósfera relajada entre los seis pasajeros. Bizarrap y Gastón se comportaban con una naturalidad y calidez que rápidamente pusieron a Camila a gusto. La familia de Franco también irradiaba esa calidez; Andrea era atenta y conversadora, mientras que Aníbal tenía un aire tranquilo pero protector.
Después de una comida ligera, Gastón sacó una baraja de cartas y lanzó una propuesta que rápidamente despertó interés en el grupo.
—¿Qué les parece si jugamos un truquito? —dijo Gastón, moviendo las cartas con destreza entre los dedos—. Equipos de dos. Yo quiero hacer equipo con Cami, y Martina puede ser la compañera de Biza.
—¡Acepto! —dijo Martina entusiasmada.
Camila sonrió, notando la energía juvenil y divertida de Martina. Durante el viaje ya habían intercambiado algunas palabras y comentarios sobre la música que escuchaban, Marti admitió ser muy fanática de su música lo que hizo sonreír a Cami. Finalmente y gracias a un comentario de Anibal, la cantante se entero de la gran pasión de Martina por los caballos, la cual para sorpresa de todos tambien tenia Camila.
Su madre, desde chica, se habia ocupado en hacerla mantener esa esencia gaucha de su linaje. De hecho, Cami era muy buena jineta y jugadora de polo aunque esa pasión nunca supero la música.
—Espero que seas buena, Cami —dijo Gastón con una sonrisa cómplice mientras comenzaba a barajar las cartas—. Porque no pienso perder contra ellos.
—No te preocupes, Gastón. No pienso dejar que nos ganen tan fácil —respondió Camila, mostrando una confianza que le arrancó una carcajada a Martina.
El truco comenzó con risas y bromas. Martina y Biza formaban un equipo dinámico, pero la experiencia de Gastón y la astucia de Camila pronto les dieron la ventaja. A medida que avanzaba el juego, la competencia se volvía más intensa, pero también mucho más divertida.
