CAPÍTULO OCHO:preparation
17 de Septiembre 2024
Buenos Aires, ArgentinaLa primavera estaba cada vez más cerca, y Buenos Aires amanecía con un cielo despejado y una temperatura ideal. Camila lo notó con una breve sonrisa mientras se dirigía a los ensayos, pero no tuvo mucho tiempo para disfrutar del día. Estaba sumergida por completo en los preparativos de su gira, que comenzaría en poco más de una semana. La cuenta regresiva había comenzado, y las últimas semanas se sentían como una maratón sin fin: coreografías interminables, pasadas generales, pruebas de sonido, y ajustes precisos en cada detalle de la producción. La escapada a ver el Gran Premio fue una locura que disfrutó al máximo, pero sabía que había retrasado algunos aspectos clave que ahora corrían contra el reloj. No había lugar para descansar.
El estudio de baile donde ensayaba estaba transformado para reflejar la estética de su álbum: predominaban los tonos rojos cereza en la escenografía, con sillones de terciopelo color bordo, acentuando la vibra nocturna y sensual que quería transmitir.
"Todo tiene que estar perfecto", era lo único que rondaba en su mente mientras repasaba mentalmente los movimientos de la coreografía que llevaba horas practicando.
—Cami, una vez más desde el principio —dijo Martín, su coreógrafo, con ese tono firme que tanto conocía. Exigente, pero enfocado en la perfección. A veces, sentía que esa presión la aplastaba, pero sabía que era lo que la empujaba a mejorar—. El show tiene que explotar desde el primer segundo.
Camila asintió, aunque el cansancio ya se colaba por cada fibra de su cuerpo. La música llenó el espacio y su cuerpo respondió al ritmo de "Cherry Red", una de las canciones más enérgicas del álbum, fusionando reggaetón y pop en un ritmo que no dejaba a nadie quieto. Cerezas y besos rojos no solo serían parte del escenario, sino de la energía que quería impregnar en cada movimiento, en cada nota.
Cuando terminó la última vuelta de la coreografía, sintió el vibrar de su celular en el bolsillo. Martín le dio cinco minutos de descanso, y ella no perdió un segundo en sacarlo. Sonrió al ver el nombre de Franco en la pantalla.
Se dejó caer al suelo del estudio, jadeante y con el cuerpo cubierto de sudor, pero satisfecha. Abrió el mensaje y se dispuso a responder, sintiendo un pequeño alivio en medio de tanta presión. A pesar de estar en diferentes continentes, se las arreglaban para mantenerse en contacto. Franco, entre simuladores y entrenamientos, también estaba a tope con la preparación para el Gran Premio de Singapur, pero siempre se hacían espacio para escribirse. Para ambos, esos momentos de mensajes eran una forma de desconectarse del caos de sus vidas.
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acelerando el destino ─ franco colapinto
RomanceACELERANDO EL DESTINO | Camila Clement, la próxima gran promesa de la música argentina, decide aceptar la invitación de Bizarrap para colaborar en una nueva canción. Lo que no espera es que esta decisión la llevará a conocer a Franco Colapinto, el a...