12 ─ behind the scene

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CAPÍTULO DOCE:

behind the scene


28 de Septiembre 2024Buenos Aires, Argentina

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28 de Septiembre 2024
Buenos Aires, Argentina

Al dar el último paso fuera del escenario, la adrenalina aún corría por todo el cuerpo de Camila, y el eco de los aplausos seguía retumbando en sus oídos. Apenas llegó al backstage, fue recibida por los brazos abiertos de su equipo, que la rodeó entre gritos y aplausos, mientras todos saltaban en un círculo de pura celebración. Los bailarines y el staff se unían en abrazos, y ella no podía dejar de sonreír, abrazando a cada uno y riendo con la alegría de haber logrado lo que tanto había soñado.

—¡Lo lograste, Cami! ¡La rompiste! —gritó Martín, el coreógrafo, que fue uno de los primeros en estrecharla en un fuerte abrazo.

Martín había sido su apoyo en cada ensayo, ajustando cada paso y motivándola a dar siempre un poco más. Camila le devolvió el abrazo, conmovida, y sintió cómo la emoción volvía a invadirla.

—Gracias, Martín. No lo podría haber hecho sin vos —le dijo con una sonrisa, dándole un toque en el hombro.

Martín le sonrió con un brillo especial en los ojos y, después de darle un último abrazo, se apartó para dejarle espacio a los demás, que la rodearon entre risas y aplausos. De repente, sintió cómo alguien la envolvía en un abrazo cálido y apretado. Al girarse, se encontró con su madre, quien no intentaba ni ocultar las lágrimas que le recorrían el rostro. Sus ojos brillaban con orgullo, y le dedicaba una mirada llena de amor, como si fuera imposible expresar todo lo que sentía en ese momento.

—¡Ay, mi amor, fue tan hermoso! —le dijo su madre, emocionada y con la voz quebrada—. ¡Lo diste todo ahí arriba! Estoy tan, tan orgullosa de vos.

Camila la abrazó con fuerza, sintiendo el amor y la contención de su madre como un refugio en medio de toda la agitación de la noche. Había algo indescriptible en poder compartir ese momento con ella, en ver reflejada en sus ojos toda la emoción que ambas sentían.

—Gracias, mamá. No sabés lo que significa para mí que estés acá —le respondió, conmovida hasta las lágrimas.

Cuando se separaron, su padre se acercó a ella, mirándola con una sonrisa amplia y dándole un abrazo firme y cálido. Pero antes de decirle nada, se inclinó un poco hacia ella y, con una mirada cómplice y un susurro que solo ella podía escuchar, le dijo:

—¿Y por qué no me avisaste que iba a estar Franco Colapinto, eh? ¿Es que me querés matar de un infarto?

Camila soltó una carcajada y lo abrazó de nuevo, encantada de verlo tan emocionado y casi incrédulo de estar tan cerca de Franco.

—Sos una genia, Cami —le dijo su padre cuando se separaron, mirándola con una mezcla de orgullo y cariño—. Nos diste un show increíble. Fue perfecto, nunca me voy a olvidar de esta noche.

acelerando el destino ─ franco colapintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora