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—¿Lo hueles?
Jisung asintió. ¿Qué tipo de infierno adolescente era este? Renjun estaba dejando cosas... desagradables, floridas, que se derretían, malditas cosas...en su porche trasero y luego se alejaba como un aterrorizado Scooby-Doo.
—El hombre necesita una pista.
—Entonces dale una. —Jeno recogió la carne, con sus cejas en sorpresa—. Venado fresco. De un ciervo.
Jisung había arrugado la nariz.
—Ew. —Avanzando hacia la casa tomó su botella de Mr. Clean rociándolo en el porche trasero y agarró la manguera—. Me movería si fuera tú.
Jeno se movió. Sabía que Jisung lo entendía.
Jisung abrió la manguera y lavó la sangre y desinfectó.
—¿Nunca ha escuchado “Lo siento”?
—Los rumores dicen que él ha estado tratando de decírtelo, pero las mujeres han decidido que necesita hacer más puntos.
Jisung detuvo el flujo de agua y miró a su Alfa.
—¿Qué?
—Sip. Quieren que te vayas de vacaciones y regreses a casa, tranquilo, descansado y listo para reclamar a tu compañero. Quieren que Renjun sufra mientras estás fuera. Y quieren tener una mano en eso para más tarde susurrar, reírse y ver todo satisfechas cuando los dos conejitos os acurruquéis el uno en el otro. —Jeno rodó los ojos—. Ey, he intentado detenerlas.
—Pero detener a Naeun y a Yena cuando están en una misión es como tratar de detener un huracán con papel de seda. —Jisung se apoyó contra la pared trasera de su cabaña y suspiró—. Son más propensas a alejarlo que a acercarlo. Renjun odia los juegos.
Jeno levantó el pedazo sangriento de carne.
—No me preguntes. No sé de qué cojones se trata. —Jisung levantó sus manos y consiguió que goteara. Ignoró la risa de Jeno y enrolló la manguera—. Si realmente quiere pedir perdón, ¿por qué no llama a la puerta? ¿Por qué esta estúpida cosa de mierda?
—Tal vez piensa que es romántico.
Los dos hombres miraron la sangre goteando al suelo del último “regalo” de Renjun.
—Nah.
Jeno se rió y tiró la carne a la basura. Jisung no tenía idea de cuánto tiempo había estado en el sol antes de que lo encontraran, pero el olor ya estaba comenzando a volverse amargo.
—Te dio flores y filetes de venado y caramelos. ¿Qué más necesitaría un hombre?
—¿Realmente estás hablándome a mí?
—¿Qué tal una pantalla plana de cincuenta y dos pulgadas con sonido envolvente y un sillón vibrante reclinable para sentarte mientras Jessica Alba te ve en ese traje ajustado de los Cuatro Fantásticos?
Jisung parpadeó.
—Eso es extrañamente específico.
—Gracias. Estoy calentando a Naeun para nuestro aniversario. ¿Crees que funcione?
—No si mencionas a Jessica Alba. —Jeno había reclamado a Naeun el pasado mes de febrero, ahora era casi junio. Ella había sido Luna por más de un año, y Jisung tenía una buena idea de cómo reaccionaría a la obsesión de su compañero con la Srta. Alba—. Tienes mucho en qué trabajar.
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Enco | Sungren
FanfictionDará lo que sea, incluso su última pizca de orgullo, para ganarse su perdón... y el derecho a reclamar finalmente a su compañero. 𝒜𝒹𝒶𝓅.