Una sorpresa

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El 10 de diciembre del 2023, Javier Milei asumió la presidencia de la República Argentina, en la Casa Rosada. Durante su toma de protesta, Tabita lo miraba desde lejos en uno de los balcones del palco presidencial. 

—El azul celeste de la bandera de Argentina combina con tus ojos, mi amor—le dijo Tabita al nuevo presidente, cuando el evento finalizó. 

—¡Hijo, felicidades!— se escuchó una voz que ella no pudo reconocer. 

Tabita volteó y vio a un hombre anciano, muy alto y delgado, acompañado de una mujer, de edad avanzada también, que llegaron a abrazar a Milei. Él, después de abrazarlos y besarlos con gran afecto, se dirigió hacia Tabita:

—Mi amor, eshos son mis padres. Mamá, papá, les presento a mi novia, Tabita. 

¡Tabita se puso tan feliz de saber que Milei se había reconciliado con sus padres! Los saludó con mucha alegría, y ellos la reconocieron al instante:

—Vos eras la editora de Javi, saliste en lo de Mirtha Legrand, ¡sho te vi!

—Se re notaba que estaban enamorados...

—Vos sos una jovencita encantadora...

Para celebrar la victoria, y el nuevo cargo de Milei, se organizó un asado en su casa. Asistieron los padres, don Heriberto y doña Alicia, Karina, y por supuesto, Tabita, además de otros amigos y compañeros más cercanos al presidente. Hubo mucha comida, bebida, música, algunos juegos, baile, charlas, felicitaciones, abrazos. 

—Estoy tan feliz por él, me da tanto gusto que se haya contentado con sus papás...—le dijo Tabita a Karina mientras miraban a Milei convivir con sus viejos.

—Sí...sho organicé que se encontraran...no fue nada fácil, ¿eh? Vos sabés cómo es mi hermano...pero, sho también me alegro de que todo hasha salido bien...después de todo, eshos son nuestros padres...

—Karina, eres increíble. El que mi habibi esté bien, y sea feliz, es gracias a ti. Además, me has apoyado en todo desde que nos conocimos, tú eres la hermana mayor que nunca tuve...Gracias...

—Pará, pará, no hay de qué...vos también sos re importante para mí y para Javier. De seguro te ha dicho cuánto te ama, y cuán feliz lo hacés...

Tabita iba a responder algo, cuando  empezó a sonar Cómo te voy a olvidar , de los Ángeles Azules y Milei se acercó para sacarla a bailar.

—¿Me concedés esta pieza, besha dama?—dijo él extendiendo su mano y haciendo una exagerada reverencia.

Mientras bailaban, Milei le dijo a Tabita cuánto valoraba que se hubiera mantenido a su lado, y que nada de eso sería igual si ella no estuviera ahí.

—Antes de conocerte, no me iba mal, pero...desde que tú shegaste...sho...estoy completo, Tabita. Soy un hombre completo, por fin siento que he encontrado mi media naranja, que creí que nunca iba a shegar...Gracias, amor...gracias...

¡Viva el amor, carajo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora