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Sylvano y Jessica estaban en su sala de estar, discutiendo sobre quién había dejado la tapa del baño abierta. Lo que inicio sobre una suposición sobre que una ardilla lo había hecho, escaló hasta convertirse en una pelea donde se culpaban mutuamente.
—¡Tú lo hiciste!—acusó Sylvano.
—¡No, tú eres el que siempre lo olvida!—replicó Jessica, levantando la voz y señalándolo con el dedo.
La atmósfera en la habitación era tensa, y parecía que la discusión podría continuar durante horas. Pero, de repente, la radio que tenían encendida al fondo comenzó a sonar con una canción romántica. La suave melodía y la voz sentimental del cantante, Faraón Love Shady, llenaron la habitación, y Sylvano y Jessica se miraron sorprendidos.
Al principio, ninguno de los dos quiso ceder, pero la música comenzó a surtir efecto. La tensión en la habitación disminuyó, y el ambiente se volvió más relajado. Sylvano y Jessica se miraron de nuevo, encontrandose con una mirada más calmada.
Sin decir una palabra, se acercaron el uno al otro. Comenzaron a bailar despacio, moviéndose al ritmo de la música.
—Lo siento...—susurró Jessica, apoyando su cabeza en el hombro de Sylvano.
—Yo también lo siento...—respondió Sylvano, abrazándolo suavemente.
Cuando la canción terminó, se miraron a los ojos y sonrieron. La tensión había desaparecido, y la atmósfera en la habitación era ahora de paz y armonía.
—... ¡Pero fuiste tú quien dejó la tapa del baño abierta!—volvió a acusar Jessica, separándose.
—¡No, fuiste tú! —respondió Sylvano, regresando a la discusión que había iniciado todo.
Y eso amigos, es amor B)
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