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Jessica ajustaba su camiseta frente al espejo, intentando tranquilizar sus nervios.
Hoy era el gran día: iba a presentar a Sylvano a su familia. No era una tarea sencilla. Con su madre, Shakira, su padre, Daddy Yankee, y su hermana, Danna Paola, las expectativas siempre eran altísimas.
Sentía el peso de no estar involucrado en la música como su familia. Pero Sylvano… bueno, él no era músico en absoluto. Y eso lo tenía inquieto, sabía que su familia haría un reproche por eso. Mientras salía de su casa hacia su auto, respiró hondo.
—Esto va a salir bien. —se dijo a sí mismo.
—Oye, explícame una cosa, ¿cómo es que tienes a una familia tan famosa y hasta ahora cuentas ese detalle? No, tengo una pregunta mejor, ¿¡Cómo es que la única razón por la que te reconocen es por Jessicalandia y no por toda tu familia de estrellas!?
—Ejem, esta es la parte en la que expresas tus preocupaciones por conocer a mi familia.
—Ah, sí.
Pasó su brazo por la frente, estaba sudando como loco. Se notaba que estaba nervioso.
—Ese we.
—Sylvano, tranquilo, todo saldrá bien, solo sé tú mismo. —le dijo Jessica, aunque en el fondo no podía evitar preocuparse. Sabía cómo podía ser su familia.
—¿Y si “yo mismo” no es suficiente?—bromeó Sylvano con una risa nerviosa. — Tu mamá es Shakira. ¡Shakira, Jessica! ¿Y si me pregunta algo sobre música latina y no sé qué responder?
—Escucha, no solo porque sean cantantes famosos están con eso todo el día, solo... no te preocupes, yo estaré ahí contigo. —respondió, tomando la mano de su novio para calmarlo. Este le respondió con una sonrisa.
Al llegar a la casa, fueron recibidos por Shakira, quien estaba ensayando unos pasos de baile en la sala. Daddy Daddy Yankee, con sus gafas de sol, leía un periódico sobre los últimos éxitos de Billboard, aparentemente ajeno a todo. Y Danna Paola, en su típico modo relajado, apareció en pijama de seda, observando la escena mientras escuchaba la banda El Recodo.
—Que no están con eso todo el día decía...
—¡Hola, familia!—los saludó Jessica con una sonrisa que intentaba ocultar sus nervios. — Este es Sylvano, mi novio.
—H-ola, es un placer. —saludó nervioso.
Shakira detuvo sus movimientos y lo miró de arriba abajo, con una mirada analítica. Daddy Daddy Daddy Yankee asomó la vista por encima del periódico, mientras Danna Paola se apoyaba en la puerta, solo mirando todo.
—Con que tú eres el famoso Sylvano...—dijo Shakira.
—Es un placer conocerlos a todos...—estaba por decir "Jessica me ha hablado de ustedes" pero prefirió omitirlo para no mentir.
