Baunisse. Para hacer bien el amor hay que venir al sur.

Madrid

Cuando abrió los ojos, tuvo que parpadear durante algunos segundos antes de tener una buena imágen del lugar en el que se encontraba.

Miró confundido hacia los costados al no reconocer las paredes de su habitación de hotel que ya tan familiares le resultaban antes de sentir un peso medio encima de él.

Una maraña de pelo rubio estaba esparcida sobre su pecho y cuando fue cobrando conciencia de dónde estaba y con quién una sonrisa perezosa apareció en su rostro.

Denisse seguía dormida, tenía su cara escondida en su cuello y un brazo por encima de él, medio abrazándolo. Él, por su parte, había pasado un brazo por debajo de su cabeza haciéndole de almohada. Brazo que, dicho sea de paso, no sentía en lo más mínimo.

Miró por la ventana y se dió cuenta que el sol ya estaba escondiéndose por lo que calculó que serían las 6 o 7 de la tarde y los recuerdos de las horas previas inundaron su mente.

Los besos habían dado lugar a caricias y para cuando se habían dado cuenta se habían convertido en uno, reiteradas veces si su memoria no le fallaba.

Sin saber que hacer, e inquieto por naturaleza, buscó salir lo más despacio que pudo de la cama para ir al baño y a tomar algo. Rápidamente, descubrió que Denisse tenía el sueño pesado ya que no hizo ningún intento de abrir los ojos y aprovechó a mirarla por unos segundos, disfrutando la intimidad de la ocasión.

Si antes de hoy estaba perdido por ella, no sabía como iba a hacer para interactuar con normalidad después de lo que habían compartido. Era completamente hermosa por dentro y por fuera y empezaba a preocuparle el hecho de que nunca parecía tener suficiente de ella.

Le dió un beso fugaz en la frente y salió de la habitación no sin antes buscar en el piso su pantalón para ponerse.

Mientras tomaba un vaso de agua, decidió revisar su celular que había quedado encima de la mesa de la cocina. Frunció el seño al encontrar varios mensajes del grupo de Gran Hermano y algunos WhatsApp de Paula. Decidió empezar por esto último.

Confirma la reserva del pasaje, por favor.
El jueves a la tarde tenés la prueba del traje.
Bautista, ¿Estás?
Llamame apenas puedas.

Sin saber de qué estaba hablando, decidió continuar por el chat grupal, ya que seguían entrando mensajes.

Catalina G: podrán??????? #LAM

Zoe B: les avisaron por mail? No me llegó nada

Rosina B: ahí t hablo amiga.

Emma V: amorchhhhh, a darlo todisimo

Licha: a mi me llamó un productor.

Nicolás: 👆🏻

1156764589: entonces les toca a los mismos de siempre.

Catalina G: ay callate Florencia mirá si te iban a invitar a vos. Ridícula.

Chino: a mi también me invitaron, pero supongo que todos pueden ir a la fiesta! No se pongan mal.

Bautista no entendía absolutamente nada de lo que estaban hablando así que decidió intervenir en la conversación.

Hola. De qué hablan?

Rápidamente vió que varios compañeros empezaron a escribir.

Chino: amigo! Los Martín Fierro son el viernes.

Catalina G: pero vos dónde vivís???? No viste las redes?

Licha: nos invitaron a la cena, Bauti.