Terapia

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-Te juro, dicen que lo vieron en la estación que está cerca de la ruta. ¿Qué loco, no? De todos los lugares posibles...

Denisse apretó con fuerza la lapicera contra la hoja provocando un pequeño agujero y bufó molesta. Ya de por sí estaba cursando una materia complicada como para encima agregarle los murmullos de sus compañeras unos asientos delante de ella.

Y nada tenía que ver con el tema de conversación. No.

Era lunes y habían pasado dos días desde que no había vuelto a hablar con él. Bautista había intentado llamarla por teléfono ese mismo sábado sin suerte porque no le había respondido y ayer domingo le había escrito por Whatsapp, también sin respuesta.

El rumor de que estaba en Trelew se había esparcido con rapidez y el tema de conversación de todos en su facultad era averiguar qué estaba haciendo exactamente acá el ganador de Gran Hermano y quién era la misteriosa rubia con la que se lo había visto.

Sabía que la noticia se había replicado en los medios porteños porque fue inevitable que no le aparezcan algunos links en Twitter, pero como él no había subido nada a sus redes sociales no tenían demasiado para contar salvo mostrar una y otra vez el tweet de la chica que los había visto juntos.

El día de ayer se lo había pasado intentando procesar las últimas 24 horas de su vida con el objetivo de aclarar su mente e intentar sacarlo de su cabeza. Tarea en la que, por supuesto, había fallado.

Para empezar estaba enojada. No podía entender la forma espantosa en la que Bautista había encarado la conversación y que pensara que eran personas capaces de vender información sobre él.

También estaba decepcionada. Decepcionada con él por creer eso de ella pero también de sí misma por darle tanta relevancia a la opinión de él.

No podía dejar de estar triste, además. Pasó de besarla apasionadamente en el auto, encima de un escritorio y en su cama a increparla sin demasiado problema. Esto la hacía pensar que quizá el beso no había significado lo mismo para él que para ella.

Recordó que la había llamado hermosa pero rápidamente lo descartó. Seguramente era algo que le decía a todas las mujeres que conocía; y no creía que vaya por la vida acusando a todas ellas de cómplices de los medios de comunicación. Claramente el hecho de que no era famosa la hacía una persona de la cual desconfiar.

Y eso la dejaba con la última de las emociones que había logrado identificar. También estaba aterrada. Aterrada por lo rápido que se había acostumbrado a tenerlo en su vida, por lo mucho que parecía afectarle lo que piense de ella y, sobre todo, aterrada de ser conciente de que más temprano que tarde se iría y esto solo sería un recuerdo borroso para él, pero para ella era una de las cosas más emocionantes que le había pasado en el último tiempo.

*

Bautista tiró con frustración el cuaderno sobre el escritorio y, con los codos apoyados sobre este, hundió las manos en su pelo y cerró los ojos intentando concentrarse.

Estaba desde ayer intentando avanzar sobre la letra para la nueva canción pero estaba completamente bloqueado. Había anotado algunas palabras sueltas pero se sentía incapaz de encontrarle una armonía o conexión.

Tenía solo esta semana para avanzar en algo digno de mostrar y la inspiración con la que había terminado la semana pasada se había ido de golpe.

En realidad era un poco más complejo que eso, pensó. Seguramente el hecho de que había intentado comunicarse con Denisse pero había sido ignorado tanto por mensaje como por llamada tenía que ver con su malhumor.

Todavía le costaba creer lo rápido que había arruinado las cosas con ella. Y la misma sensación de culpa que lo había inundado desde el sábado cuando discutieron se asentó en su estómago. Todavía podía ver la mirada dolida de ella cuando él sugirió que podrían haber vendido información a alguna revista y se abofeteo internamente.

Baunisse. Para hacer bien el amor hay que venir al sur.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora