Los mejores días

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-¿Denu?

Denisse contuvo el aliento al escuchar su nombre. Ahora que sabía que estaba del otro lado no estaba tan segura de haber tomado la decisión correcta al responder.

-¿Denu? ¿Estás ahí?

Pero escucharlo sonar tan...desesperado hizo que reaccione.

-Hola. Sí, estoy acá.

Se instaló un silencio incómodo y maldijo para sus adentros la impulsividad que la había llevado a atender.

-No sé como empezar a pedirte perdón. -Dijo él en voz baja.

Una sonrisa amarga se dibujó en su rostro porque ella tampoco sabía como perdonarlo. Al menos tenían eso en común.

-¿Alguna vez consideraste realmente venir al cumpleaños?¿Fue una posibilidad real? -Preguntó por fin lo que tanto la había atormentado durante todo el día.

-¿D-de qué estás hablando, Deni? ¿Pensás que te mentí con eso? -Preguntó herido.

-No sé que pensar. -Dijo ella honestamente. -Te mandé mensajes a la madrugada que nunca me respondiste, te escribí temprano, te fui a buscar al aeropuerto, te llamé. Nunca diste señales de vida, abro twitter y veo que mal no la estabas pasando... No sé que querés que piense. -Fue aumentando el volúmen con cada oración hasta que se dió cuenta que estaba quedando patética e intentó serenarse.

-Tenés razón, hice todo mal. Pero te juro que no es lo que parece.

-¿Te das cuenta que esa es la frase que usa la gente para intentar justificar lo qué realmente parece, no?

-Deni, por favor. No sé si pudiste ver mis historias pero ahí desmentí todo lo de Samantha. Ella fue la que inventó que nos fuimos juntos y se lo contó a un programa para generar el rumor. Hablamos unos segundos y yo me volví con mis amigos, eso fue todo. De verdad.

-No me tenés que dar explicaciones de con quién salís, igual. Sos libre de hacer lo que quieras. Lo que no entiendo es qué tiene que ver eso con que nos hayas dicho que querías venir.

-Pero es que quería ir, no les mentí. Te lo juro. -Dijo rápidamente. -Me volví al departamento a buscar la valija y me quedé dormido en el sillón. Tenía una alarma pero me quedé sin batería y no me sonó, me desperté y ya había pasado la hora del vuelo. Te empecé a llamar como loco desde que me desperté pero no me atendías, y en ese momento me enteré todo lo que había armado Samantha.

Habló tan rápido que tuvo que hacer un esfuerzo por entender cada palabra.

Cuando terminó, una mezcla de sensaciones se apoderó de ella.

Por un lado, el saber que había tenido la intención de viajar suavizaba el dolor del día que había pasado y hacía que se sienta menos usada. Pero por el otro lado, pensaba en la cara de tristeza de su hermana y en lo mucho que se había visto ella misma afectada por los rumores y no podía dejar de estar enojada con él por ser tan torpe.

-Deni, ¿Seguís ahí? Decime algo por favor.

-Sigo acá. No sé que decirte, Bauti. Te creo, si eso te deja más tranquilo.

-¿Por qué seguís enojada, entonces? Te lo escucho en la voz.

-No sé si enojada es la palabra. Creo que me siento superada por toda la situación. -Admitió. -Y están por llegar los invitados al cumpleaños, no quiero seguir hablando.

Escuchó un suspiro del otro lado. -Sí, obvio. Te entiendo. ¿Puedo hablar con Luchi un ratito? Le quiero pedir disculpas. De verdad tenía muchas ganas de ir a su cumpleaños.

Baunisse. Para hacer bien el amor hay que venir al sur.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora