Conociéndonos [Levihan]

Insomnio

POV Levi
Hasta ahora no puedo creer haber aceptado esto, solo conozco a Hanji poco más de un mes y ya la estoy dejando quedarse a dormir. Solo será por hoy, la próxima vez que se las arregle con su madre.

Abrí la puerta de la casa, Hanji miraba boquiabierta cada rincón de ella, al parecer se le hizo la casa más hermosa del mundo.

—¡Wow, Levi! ¡Tu casa es bellísima! —exclamó la castaña sin cambiar su expresión de asombro.

—Gracias —contesté frío y seguro como casi siempre.

—Y... ¿Dónde voy a dormir?

—En mi habitación —respondí.

—Q-¡¿Qué?! —exclamó con un extremo sonrojo.

Hanji a veces es tan tonta... ¿Cómo puede pensar que dormiré con ella? Tsk, que ingenua.

—Tú dormirás en mi habitación y yo en la sala, cuatro ojos —dije con el ceño fruncido.

—Oh, ahora entiendo todo —contestó con un extraño tono de voz.

Ambos subimos las escaleras en dirección a mi habitación.

POV Hanji
Subí con Levi hacia su habitación. Vaya, nunca en mi vida he visto una habitación tan limpia y ordenada, todo lo contrario a la mía, que es un completo desastre.

—Nunca había visto una habitación tan ordenada —dije asombrada.

—Odio la suciedad —contestó inexpresivo.

—Un momento... ¿Eres de esas personas maniáticas por la limpieza? —pregunté mientras me aguantaba las ganas de reírme, ahora ya tengo con que defenderme cuando me diga cuatro ojos.

—Digamos que sí —contestó bajando levemente la mirada, parecía recordar algo.

—¿Estás bien? —pregunté con algo de preocupación.

—Ah... sí.

—Por el tono en que lo dices no parece que lo estuvieras.

—Bueno... lo que pasa es que mis amigos me decían así —dijo viendo hacia otro lado.

—Oh, lo siento —contesté cabizbaja.

Vi el reloj que se encontraba sobre la mesita de noche y marcaba las siete.

—Gracias por dejarme dormir en tu habitación —dije con una pequeña sonrisa tratando de animarlo.

—De nada —me contestó también con una leve sonrisa, se ve bastante lindo cuando sonríe.

De pronto bajé la mirada hacia el suelo —ambos estábamos sentados en la cama— y había algo que se asomaba debajo de la cama, parecía ser una revista, la recogí y no era nada más y nada menos que una de esas revistas xxx.

—¡Levi! ¡Qué pervertido! Jajaja —exclamé riendo a carcajadas con la revista en la mano.

—¡Oye! ¡Dame eso! —exclamó intentando quitármela.

—Jajaja ¡No quiero! —dije parándome y estirando el brazo hacia arriba aún con la revista en la mano.

Como soy más alta que él intentó empinarse pero no logró alcanzarla, fue tan divertido, finalmente volví a dejarla debajo de la cama.

—¿Quién te la dió? No me esperaba que fueras así ¡Jajaja!

—Fue Jean...

—No me sorprende... —contesté mientras aún reía, luego de eso el pelinegro tampoco pudo contener la risa, se veía tan raro riendo... aunque bastante adorable— Con que... sí te reías.