a ti, mí refugio y hogar ♥️

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Mi querido amor,

Mientras me dispongo a escribir estas palabras, siento que el peso de todo lo que quiero decirte sobrepasa mis capacidades para expresarlo. Son tantas las cosas que he llegado a sentir por ti, que ninguna cantidad de palabras parece suficiente para abarcarlo todo. Sin embargo, quiero intentarlo. Quiero que sepas lo mucho que significas para mí, lo profundamente que has impactado mi vida, y cómo tu amor ha transformado todo mi ser de maneras que ni siquiera podría haber imaginado.

A veces me encuentro reflexionando sobre los pequeños momentos que hemos compartido, esos que a simple vista pueden parecer insignificantes, pero que, para mí, han sido los cimientos de algo mucho más grande. Desde la primera vez que cruzamos miradas hasta el día de hoy, cada instante contigo ha sido una oportunidad para aprender, para crecer y para enamorarme aún más de ti. Es como si cada segundo juntos añadiera una nueva capa de significado a lo que somos, y me hace darme cuenta de lo afortunada que soy de poder compartir esta vida contigo.

Recuerdo el principio de todo, cuando nuestras vidas comenzaron a entrelazarse. Al principio, fue algo suave y casi imperceptible, como si dos hilos se enredaran lentamente. Pero con el paso del tiempo, esos hilos se convirtieron en una trama fuerte e indestructible que ahora forma el tejido de nuestra relación. Desde ese momento, supe que tú eras diferente, que nuestra conexión no era algo efímero, sino algo destinado a ser cultivado y atesorado. Cada conversación, cada mirada, cada sonrisa compartida me lo confirmaba una y otra vez. No había duda en mi corazón de que habíamos sido destinados a encontrarnos, de que estábamos hechos para caminar este camino juntos.

A medida que nos conocimos más profundamente, mi admiración por ti no dejó de crecer. Tu forma de ser, tu manera de enfrentar la vida, tu generosidad y tu bondad son solo algunas de las cualidades que me hicieron enamorarme de ti, una y otra vez. Eres una persona única, alguien cuyo corazón está lleno de luz, y tengo la suerte de ser testigo de esa luz cada día. Ver cómo te preocupas por los demás, cómo siempre encuentras una manera de ofrecer una palabra de aliento o un gesto amable, me hace sentirme orgullosa de estar a tu lado. Porque no solo eres un compañero en este viaje, sino también una fuente constante de inspiración para mí.

Y a pesar de todas las cosas maravillosas que me has mostrado de ti mismo, lo que más valoro es la autenticidad que compartimos. No somos perfectos, ninguno de los dos, pero en esa imperfección es donde encuentro la verdadera belleza de lo que somos. Hemos tenido momentos difíciles, sí, momentos en los que las dudas, los miedos o las circunstancias nos han puesto a prueba. Pero incluso en esos momentos, cuando todo parecía desmoronarse, siempre hemos encontrado una forma de volver a conectarnos, de recordar por qué estamos aquí, juntos. Esa capacidad de enfrentarnos a los desafíos y salir fortalecidos me demuestra lo sólido que es nuestro amor.

Una de las cosas que más me maravilla de ti es cómo logras hacerme sentir segura. En un mundo tan incierto, donde tantas cosas parecen cambiar a diario, tú eres mi constante. Saber que puedo contar contigo, que estás a mi lado en cada paso del camino, me da una paz indescriptible. Eres mi refugio, el lugar al que siempre puedo regresar cuando la vida se vuelve demasiado abrumadora. En ti encuentro consuelo, apoyo y la certeza de que, no importa lo que el futuro traiga, estaremos bien mientras estemos juntos.

Me hace sonreír pensar en los recuerdos que hemos creado hasta ahora. Desde los días más simples, donde hemos compartido risas y complicidad, hasta aquellos momentos más profundos y significativos en los que hemos hablado de nuestros sueños, nuestras metas, nuestras esperanzas para el futuro. Cada uno de esos momentos está grabado en mi corazón, y sé que seguirán siendo parte de nosotros para siempre. Y aunque no sé qué nos depara el futuro, lo que sí sé con certeza es que quiero seguir creando recuerdos contigo, uno tras otro, hasta que no quede más espacio en nuestros corazones para guardar tanto amor.

Es curioso cómo, cuando te miro, no solo veo al hombre que eres hoy, sino también al que serás mañana, y al que espero seguir conociendo en los años por venir. Porque eso es lo que quiero: seguir creciendo juntos, seguir descubriendo nuevas partes de ti, seguir aprendiendo a amarte de formas que aún no he imaginado. Quiero estar a tu lado en todos los momentos que la vida nos presente, ya sean de alegría o de desafío, de triunfo o de dificultad. Porque sé que, mientras estemos juntos, cada uno de esos momentos será un paso más en nuestra historia, una historia que espero que nunca termine.

A veces, me pregunto cómo hubiera sido mi vida si no te hubiera conocido, si nuestros caminos no se hubieran cruzado. Y cada vez que pienso en esa posibilidad, me invade una sensación de vacío. Porque ahora que te tengo, no puedo imaginar mi vida sin ti. Has llenado cada rincón de mi corazón de una manera que nunca pensé que fuera posible. Y aunque sé que el amor no es algo estático, sino que está en constante cambio y evolución, sé que lo que sentimos el uno por el otro solo puede crecer y fortalecerse con el tiempo.

Hay días en los que, simplemente al verte, siento que todo lo que he vivido hasta este punto me ha llevado hasta ti. Cada decisión, cada momento, cada elección, buena o mala, fue parte de un camino que, de alguna manera, estaba destinado a conducirme hacia ti. Y aunque el destino puede parecer una idea romántica y a veces hasta irreal, no puedo evitar sentir que hay algo mucho más grande en juego, algo que nos unió incluso antes de que lo supiéramos. Es como si nuestras almas siempre hubieran estado buscando la una a la otra, y finalmente, después de tanto tiempo, se encontraron.

Cuando pienso en el futuro, no lo hago con miedo, sino con ilusión. Porque sé que, pase lo que pase, estaremos juntos. Sé que habrá desafíos, que la vida no siempre será fácil, pero también sé que tenemos la fuerza y la voluntad para enfrentarlos. Y lo más importante, sé que tenemos el amor, ese amor que nos ha llevado hasta aquí, que nos ha sostenido en los momentos más difíciles y que nos ha dado la alegría más pura en los momentos más felices.

Gracias, mi amor, por ser quien eres. Gracias por tu paciencia, por tu comprensión, por tu cariño incondicional. Gracias por todos los momentos compartidos y por todos los que vendrán. Gracias por ser mi apoyo, mi compañero, mi amante, y mi mejor amigo. No puedo esperar a seguir construyendo nuestra vida juntos, a seguir amándote, aprendiendo de ti, y creciendo contigo.

Te amo más de lo que las palabras pueden expresar, y siempre lo haré. Porque tú eres mi todo, mi razón, mi inspiración. Y no importa cuántos años pasen, no importa qué caminos tomemos, siempre te llevaré en mi corazón, siempre serás el centro de mi mundo.

Con todo mi amor...

  ATTE: ROCIO RÍOS

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