"El pasaje por las mazmorras tiene un peaje con la sangre".
La muerte no es siempre el final de un camino, a veces es el inicio de una tempestad, un tormento o un viaje surrealista.
Algunos hombres caídos en la guerra describen el más allá como pasi...
El emperador yace hundido en su trono, los inquisidores observan el escenario, una armadura de oscuridad intensa, una máscara cadavérica oculta su faz, magos dibujan sellos y líneas, sellos, líneas, miles de líneas de Ether, líneas mágicas se expanden y se pierden por las mazmorras, una extraña energía llega al señor del nuevo imperio, extrañas voces resuenan en el ambiente, delirantes sonidos esquizoides golpean la cabeza del emperador, vocifera comentarios extraños en un idioma de otro mundo, como si hablase con algo o con alguien. Las voces le consumen, la sala del trono del emperador cada vez parece más una especie de sala de tortura.
El aura del imperio se tejía con una extraña oscuridad, habían comenazo con un tortuoso proceso sangriento, los desertores eran decapitados y sus cuerpos empalados en estacas, expuestos en las plazas, alrededor de ellos se montaba un pilar oscuro de oricalco el cual si energía conecta con el castillo imperial, todo el lugar se estaba terraformando al paso del tiempo, centenares de edificios se construían unos encima de otros, la gigantesca urbe se expande, decenes de miles de esclavos y de obreros pican paredes de las mazmorras, abren minas, crean pozos, explotan los recursos ilimitados que ofrece la esfera de expansión, en todos y cada uno de los rincones de la esfera hay obreros y trabajadores, inquisidores, empresarios, guardias, soldados, reclutan de refugios perdidos a sujetos.
Los ingenieros y arquitectos colocan cañones hileras infinitas de incontables cañones, muchos son manuales, pero otros son automáticos, portan núcleos de Ether con órdenes, soldados vigilan cada trozo de suelo, fuera de esfera de expansión, en el vacío, cercano a atravesar la capa de realidad, colocan balizas defensivas, más cañones, torreones, todo aquello daba la impresión de que era una enorme fortaleza en creación perpetua.
El emperador había sublevado la esfera a sus designios, varias razas se habían exiliado para no caer en su nueva tiranía, su gobierno ultramilitarizado. El emperador había recibido las coordenadas de la ruta hacia las esferas, se temía el contra-ataque y el sabotaje, miles de fuerzas de redirigen a los tres frentes.
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El conflicto principal se había estancado en mitad del vacío, objetos son movidos por las olas de Ether entorpeciendo el conflicto, naves biorganicas y trozos de oricalco gigantes flotan, un horizonte de escombros se había juntado alrededor del planetoide hecho a base de sed de araña, la superficie se había teñido de oro y sangre, habían miles de cadáveres de enanos y de arañas esparcidas por la superficie, no se vislumbra forma en la que esto no se prolongue hasta un desgaste, pero los enanos necesitaban ralentizar y entorpecer el planetoide, en primera instancia, para que no ataque a la esfera imperial, en segunda instancia para que no retroceda a defender su esfera de origen propia, pero aquel planetoide era tan masivo que podría albergar cien mil millones de sujetos y aún quedaría espacio para más formas de vida. Los enanos habían traído equipamiento y material para romper las capas defensivas que conforma la esfera de seda, en el centro de la esfera se encuentra la reina araña sentada en el trono controlando la mente como colmena
- Fufu, estos animales buscarán prologar el conflicto, tengo que cortar la cabeza del rey que comanda esta flota.
Comentaba alzándose de su asiento, se alza acabando se vestirse con las placas negras de alta calidad, una corona decora arriba de su cabello, solo faltaba colocarse el casco, su falda roza el suelo, los tacones resuenan, el aura se nota en todo aquel planetoide.
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