Un varón llega a un poblado de verdoso césped, en el centro del tumultuoso mundo europeo de la edad media, volvía un hombre de sus campañas militares, la paradoja del guerrero es su relación con la vida y la muerte, para llegar a sus amados camina por encima de pilas de huesos y cadáveres, la cara no se podía ver pero era un hombre robusto y fuerte, Sigmund, el caballero cruzado del reino carolingio regresaba a su casa en una de esas, no era más que un mero escenario convencional o rutinario de paternidad, tocaba la puerta con grandilocuente alegría, alevosía inflama cada gota de su ser interior, su esposa y su hijo descansaban en una casa cómoda gracias a la labor maniosa de Sigmund de colocar por siempre su vida en riesgo en contra del invasor y de la vicisitud política, centenares, no, miles, cientos de miles de individuos dependían el bienestar de sus familias y sus propias vidas de las elecciones de un rey, un duque y un papa, se se observa en retrospectiva, esto parece lo inmoral y lo desviado, nadie debería jugar a ser dios o a tirar los dados con la vida de millones, independientemente de cualquier vision subjetiva al respecto, esto conformaba la visión de la época y habia una especie de mandato divino en el hecho de ir a la guerra.
La llamada a la puerta fue recíproca, la perfecta dama plateada de pálida piel y belleza única, tanto que sorprendía que no fuese una mujer de gran nobleza o riqueza si no que formase parte de una clase más baja, el contexto lo hacía extraño, lo único relevante es que todos estaban vivos y sanos, Sigmund no se había olvidado de ella, no dejaba de ser su meta final, regresar a su mundo de una vez por todas
- Esto parece más un mausoleo que un templo
Comenta Sigmund caminando con los demás, ciertamente malheridos, a la lejanía podían ver una figura sentada en un trono, no se podía vislumbrar a esa distancia, pero parecía una figura androgénica pero cercana a una mujer, de piel pálida, gris, tono muerto, ojeras
- Esa será
- Si, Walpurgis
- Nos quedan 12 horas para salir de aquí o poco a poco comenzaremos a perder vitalidad, en este estado no podemos garantizar la regeneración de nuestros daños.
- Acerquémonos
Se aproximan atentos a cualquier acción, ataque o daño que les podría surgir, Flora observa con cara de extrañeza y sospecha
- No parece viva
- No, esperad un momento y veréis
El maniquí empezaba a emanar un aura extraña, había un atisbo mínimo de vida, pero algo así como si fuera la vociferacion o atisbo, era el aura de un rebufo de otro mundo, Walpurgis, aquel maniquí inmóvil había ocultado su alma frente al trio protagonista, estaba sorprendidos de que podía mantener una energía vital y un soporte a aquella cosa.
- Análisis: Energía desconocida, origen, OverDungeon
Realizaba ojitos en análisis formal de aquel espiritu que había tomado el maniquí, era un poder de otra dimensión, era el poder del OverDungeon, aquello era la primera vez que lo veían fuera de los libros, no emanaba un aura hostil
- ¡Héroes!
El eco retumba en todo el mausoleo, la voz de una mujer, sordida, pero extrañamente encadilante, una mezcla entre la voz de la muerte y la de una bella dama refinada
- ¡Ugh! Uh
- Habéis superado mi pase, habéis viajado hasta estas tierras de la ruina, habéis logrado incar el talón en suelo sacrosanto, en reino de desterrados en busqueda de mi sabiduría
Emanaba voz, pero no ello vida [Contradicción] se había llevado todo de ella dejando un cascarón venerado por los peregrinos y los que veneran a la fuerza de choque y negación
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Blood and Dungeons
Fantasy"El pasaje por las mazmorras tiene un peaje con la sangre". La muerte no es siempre el final de un camino, a veces es el inicio de una tempestad, un tormento o un viaje surrealista. Algunos hombres caídos en la guerra describen el más allá como pasi...
