Ámame a mi

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El aroma de tulipanes llenaba el aire mientras Barcode permanecía congelado en su lugar, sintiendo la proximidad de Ta. Es como si apropósito soltara su aroma para que lo notara,Su corazón latía con fuerza, sus instintos omega en alerta. Sabía que Jeff estaba dentro de la casa, pero la sensación de que Ta estaba a punto de aparecer lo mantenía inmóvil, atrapado entre ambos alfas.

De repente, Ta emergió de las sombras del jardín. Su presencia era abrumadora, como siempre lo había sido, pero ahora había algo más en él, una determinación férrea que se reflejaba en sus ojos. Ta se acercó lentamente, sin apresurarse, sabiendo que su aroma ya lo había precedido. El omega lo sentía, lo reconocía, y eso le daba el poder.

Barcode no pudo evitar dar un paso atrás, aunque algo en su interior lo empujaba hacia adelante, hacia el alfa que se aproximaba.

-Lamento haberme tardado code -dijo Ta con una voz suave pero llena de control. Su mirada se clavó en la de Barcode, evaluándolo, midiendo sus reacciones. Sabía que el omega estaba cerca de su celo y que cualquier movimiento en falso podría desatar lo inevitable.

-Ta... ¿qué haces aquí? -preguntó Barcode, su voz temblorosa, intentando mantener la calma. Sabía que Jeff no tardaría en volver, pero el poder de la presencia de Ta era casi insoportable.

-Sabes por qué estoy aquí -respondió Ta, dando un paso más cerca- No podía dejar que mi hermano te llevara sin más te lo prometí.No soy como él. No te trataré como un objeto, Barcode.

Las palabras de Ta resonaron en la mente del omega, pero una parte de él no podía evitar sentirse atrapado. Sabía que ninguno de los dos hermanos era completamente confiable. Pero había algo en Ta que lo hacía sentir diferente, algo que le ofrecía una extraña forma de seguridad.

-Ta, no sé qué es lo que quieres... -murmuró Barcode, apartando la mirada por un momento, sintiendo cómo el calor de su cuerpo aumentaba con cada segundo que pasaba cerca de él.no podía permitirse perder el control.

Ta dio un paso más y levantó una mano, rozando suavemente el hombro de Barcode. El contacto fue suficiente para enviar una descarga de sensaciones a través del cuerpo del omega. Sus instintos gritaban por contacto, por refugio en ese alfa que ahora lo miraba con tal intensidad.

-Lo que quiero es protegerte -dijo Ta, su voz más baja ahora, más íntima-Sé que esto es difícil para ti, pero no te dejaré solo. No te dejaré en manos de Jeff. Él no entiende lo que significas.

Barcode cerró los ojos por un momento, tratando de luchar contra la tentación. Sabía que la llegada de su celo lo hacía vulnerable, y que cualquier decisión que tomara en ese estado podía ser peligrosa.

-Tú no entiendes lo que está en juego, -dijo Barcode, abriendo los ojos para mirarlo de nuevo-. Ambos me están usando. Jeff... tú... no sé en quién confiar.

Ta bajó la mano lentamente, su expresión se volvió más seria, más contenida. Sabía que Barcode tenía razón. Los dos estaban atrapados en un juego de poder, y Barcode era el centro de todo.

-Puede que no confíes en mí ahora, pero te prometo que no dejaré que Jeff te haga daño. Si necesitas ayuda, estaré aquí. No te estoy pidiendo nada más.

La tensión entre ambos era palpable, pero antes de que pudieran decir más, unos pasos rápidos se escucharon a lo lejos. El aroma agrio de Jeff se hizo presente.

Barcode se giró rápidamente, su corazón acelerado, mientras veía a Jeff regresar con las pastillas en la mano. El rostro de Jeff se endureció al ver a su hermano allí. La rivalidad entre ambos era evidente, y la tensión en el aire se hizo insoportable.

-¿Qué haces aquí, Ta? -preguntó Jeff con voz fría, sus ojos oscuros mirándolo con una mezcla de ira y desconfianza.

Ta no respondió de inmediato. En cambio, dio un paso atrás, su rostro manteniéndose impasible.

-Solo estaba asegurándome de que Barcode estuviera bien -respondió finalmente, su tono neutral pero lleno de significado- Parece que llegué en el momento adecuado.

Jeff apretó los dientes, claramente molesto por la intromisión de su hermano. Sabía que Ta estaba jugando un juego, y eso lo enfurecía.su hermano estaba demasiado cerca de su "omega".

-No necesito tu ayuda -dijo Jeff, casi en un gruñido-Barcode está bajo mi cuidado. Tú no tienes nada que hacer aquí.

Los ojos de Ta brillaron con un destello de desafío.

-Eso no es lo que parece -respondió con calma, sin apartar la mirada de Jeff.

Barcode observaba la escena, atrapado entre ambos alfas. Sabía que si no intervenía se matarían. Los dos hermanos estaban al borde de un enfrentamiento, y él era la causa.

-Por favor, basta -dijo con voz temblorosa,muy mareado por las feromonas enojadas de ambos alfas-No quiero ser la razón por la que ustedes dos se peleen.

Jeff y Ta lo miraron, sus expresiones suavizándose ligeramente, pero la tensión entre ellos seguía siendo palpable.

-Barcode tiene razón -dijo Jeff, respirando hondo para calmarse-. No necesitamos esto ahora.

Ta mantuvo la calma, pero la guerra entre ambos aún no había terminado. Sabía que Jeff lo vigilaba de cerca, y que su hermano haría lo que fuera necesario para mantener a Barcode lejos de él.

-Por ahora, me iré -dijo Ta, dando un paso atrás-. Pero esto no ha terminado, Jeff. No lo olvides.

Sin más, Ta se giró y caminó hacia barcode susurrandole algo al oído antes de marcharse finalmente dejando solos a Jeff y Barcode en los jardines. Pero el eco de su presencia seguía en el aire, y ambos sabían que este solo era el principio.

Barcode se dejó caer en una silla cercana, exhausto tanto física como emocionalmente. Sabía que ambos hermanos lo veían como algo más que un simple omega, pero estaba cansado de ser el centro de esa rivalidad.

Jeff se acercó a él, arrodillándose a su lado y ofreciéndole los supresores.

-Tómalo, Barcode -dijo suavemente, sus ojos preocupados-No dejaré que te sientas así.

Barcode tomó la caja de pastillas, pero mientras lo hacía, no podía quitarse de la cabeza las palabras de Ta. No sabía en quién confiar, y el peso de esa incertidumbre lo aplastaba más que cualquier otra cosa.