1

32 6 13
                                    

Y aunque en mis sueños te he encontrado tantas veces,

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Y aunque en mis sueños te he encontrado tantas veces,

Cuando despierto solo son estupideces.

Susana Cala –Don Quijote


Sebastián estaciona su auto frente a la entrada de la institución, donde se puede observar enormes letreros rojos indicando el nombre de la misma. Admito que fui sorprendida esta mañana por el sonido de su carro frente a la puerta de mi casa, había pensado que no llegaría por lo cantidad de alcohol que había ingerido la noche de ayer, en una de esas fiestas que suelen ser organizadas por el grupo más relevante, uno donde nuestros nombres salían a relucir.

—Bueno, hemos llegado cariño —menciona Sebastián abriendo la puerta —Yo asiento con un movimiento de cabeza.

Tan pronto bajo del vehículo el ruido se hace presente, y puedo observar a varios estudiantes abrazándose y riéndose, haciendo la escena más ruidosa de lo que ya es.

—¿Te parece si nos vemos más tarde en la cafetería? —pregunta.

—Claro, yo voy a buscar mi horario —menciono —He olvidado revisarlo y no tengo idea cual es mi primera clase.

—Bien —responde dándome un beso en la mejilla, y seguido de eso lo veo alejarse y perderse entre la multitud. Yo hago lo mismo.

Aunque, tengo que confesar que he mentido, en realidad si he revisado mi horario, solo que he de suponer que junto con su grupo de amigos estarían ansiosos sobre quienes serán los nuevos estudiantes, solo para molestarlos y alardear ser de un curso mayor.

Puedo instituirlo porque los escuche bromear sobre aquello, ayer en la noche.

Giro con la intención de llegar a uno de los bancos disponible de los pasillos para acomodar mi zapato, pues ha estado molestándome todo el pequeño rato que llevo caminando. Arrugo mi nariz, hubiera sido más fácil si tan solo me hubiera negado a venir con Sebastián, pues aún estamos a unos 20 minutos de empezar mi primera clase. Analizo como la multitud se va dispersando poco a poco, pues el sonido de los parlantes anuncia el inicio de la primera hora, para algunos, pero, lamentablemente no para mí.

Cuando me quedo sola en el largo pasillo, indiscretamente recuerdo cuando mamá me inscribió en este instituto, solo porque nos habíamos mudado. El nerviosismo y el constante pensamiento que arrollaba mi mente, preguntándome si encajaría aquí como había hecho anteriormente.

Para mi suerte, fue exactamente lo que paso.

Logré encajar y tener el mismo puesto, aquel que gozaba en mi anterior instituto.

Lo cual no sabía exactamente si era el mismo, ya que al menos no presenciaba actos que detonaban vergüenza como el constante acoso hacia todos aquellos que desgraciadamente lo categorizaban como "marginados". 










***

No olvides comentar y votar c: 

FearlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora