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Dame algo tan bonito,

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Dame algo tan bonito,

que le saque mil suspiros.

Tommy Torres -Querido Tommy


—¿Qué clase de salida es esta? —Nick estaciona su carro frente a un parque.

—Una en donde tú conduces mientras nosotros cantamos nuestras canciones favoritas ¿no es obvio? —responde Laura desde el asiento del copiloto.

—Thomas, te quedaste dormido —dice Laura—vamos hombre, reparte las presas del pollo frito —Laura extiende las botellas de refresco.

—¿Quieres que conduzca sin dirección alguna? —Nick es quien vuelve a hablar.

—Hay un mirador cerca —Laura se acomoda en el asiento —voy a pasarte la dirección para que conduzcas.

—Siempre, tan mandona —Thomas abre el envoltorio y el olor a pollo frito se encierra en el auto.

—Yo quiero las presas picantes —menciono.

Nick me observa desde el espejo retrovisor con una ceja enarcada.

—Yo pensé que las presas picantes eran de Thomas —su vista vuelve a la carretera —tendrás que pelear por la última presa picante, porque venían seis, pero me comí una cuando nos las entregaron.

—Eso explica por qué el paquete no estaba bien cerrado —Thomas golpea con el pie el asiento de su amigo. —Eres un tonto.

—Tranquilo, yo comeré solo las dos presas de pollo picante —digo para después colocarme el cinturón.

Escucho el típico sonido de los refrescos cuando se abren y Laura le da un trago a su Coca Cola.

—¿Coca Cola o Sprite? —interrumpe Thomas, sosteniendo ambos envases.

—Sprite —respondo.

Thomas me extiende el envase mientras le da un mordisco a su pollo frito. Yo hago lo mismo concentrándome en la carretera que recorremos y en el sonido de la música que Laura ha escogido.

Getaway car suena a un volumen considerable para mantener una conversación, sin embargo, es el canto de Laura el que se escucha, yo quiero reírme porque cada palabra que sale de ella, tiene tanto sentimiento que me pregunto si vivió algo parecido o solo es el ritmo de la música.

—¡¡¡I was screaming, Go, Go,Go!!! —exclama ella mientras saca su cabeza por la ventana.

—Estás bien loca —Thomas habla dirigiéndose a Laura y sacando su teléfono para grabar. —Utilizaré esto para ahuyentar a los gatos que riegan la basura.

—Envíamelo Thomas —Nick es quien se une a la conversación.

—Idiotas —acota ella, quitándole el teléfono a Thomas para grabar a Nick, después enfoca la cámara del celular a los asientos de atrás —Sonríe Eloise, es tu primera salida en carro con nosotros —dice —Thomas, tú también quita esa cara que tienes y sonríe.

—Es la única que tengo —Thomas gira los ojos.

—Será una larga salida —Nick suelta un silbido, mirando el reloj que apuntan las 17:30 p.m.

***

Apenas salgo del coche escucho el sonido de las hojas de los árboles moverse y mi vista se enfoca en las luces brillantes, desde aquí la ciudad es más grande de lo que uno puede imaginar.

Recorro de izquierda a derecha y Thomas aparece en mi campo de visión, acomoda una manta sobre unas rocas y se termina sentando, con la cámara de su celular saca una foto al ambiente que acabo de describir.

—Es lindo ¿no? —Laura se acerca y de forma amigable me da un codazo.

—Sí —digo, lanzando un suspiro —ella se ríe y niega.

—Sabes que yo hablo de la vista, no de Thomas.

—¿Qué?

—Sí Eloise, del panorama no de mi amigo —repite ella —no de nuestro adorable Thomas.

—Yo también hablo de la ciudad —me defiendo.

Ella se acerca de forma discreta para luego empujarme frente a Thomas. Tropiezo y con mi brazo golpeo la cabeza del chico, quien luce confundido.

—Hola —menciono.

Su sonrisa se extiende y me ayuda a sentarme junto a él.

—¿Qué tal? —responde.

Me encojo de hombros, sin tener una respuesta concreta. Me siento bien, pero, no es algo que haya hecho con anterioridad, así que no sé qué debería hacer o decir.

—No hay una forma de actuar en concreto sabes —dice él—solo di lo que piensas o puedes actuar de la manera que quieras, con nosotros puedes decir hasta la cosa más insignificante o la cosa más boba y aun así encontraremos una forma de pasar un rato agradable.

—Ya veo... —respondo —en ese caso, me siento feliz.

—Yo creo que tus niveles de felicidad subirán —acota Thomas, mientras saca de su mochila un paquete de pollo frito.

—Creí que se habían terminado, ¿Cómo es que tienes otro en tu mochila?

—Es el mismo, pero no lo termine —dice él, entregándome el recipiente.

Thomas pasa su mano por la nuca repentinas veces como un acto de nerviosismo.

—Las guardé para ti, también son tus favoritas ¿no?

Sonrío y cubro mi rostro entre mis piernas, ¿por qué ha hecho algo como eso?

—¿Qué pasa? —pregunta él con tono preocupado —¿No te gustan? Si es así, lo siento. No pensé muy bien —Thomas habla muy rápido que quiero reírme.

—No.

—¿No? —puedo escuchar su respiración irregular debido a la cercanía.

—Son perfectas —digo observándolo —gracias, Tommy.

El miedo me invade, a pesar de que varias personas lo llaman así.

—¿Tommy? —él enarca una ceja, mientras relaja sus hombros.

—¿Puedo llamarte de esa forma ¿verdad? —él asiente con su cabeza.

Voy a darle un pequeño beso en la mejilla cuando el claxon del auto de Nick me espanta.

—¡Hey! que tienen ustedes dos —Nick enciende las luces del carro —Eloise, eso que veo es pollo frito picante —exclama, ofendido.

—Eres un idiota —ahora es Laura la que apaga las luces —deja de ser un entrometido, y mejor coloca música.

Caminamos hacia el vehículo, donde la sección de karaoke de Laura volvió, hasta que el reloj marco una hora en que la consideramos era la adecuada para volver a casa.

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⏰ Última actualización: Oct 19 ⏰

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