Eloise lleva gran parte de su vida siendo el centro de atención, la chica perfecta, popular y amable dentro de la cruel sociedad estudiantil.
Thomas, el chico que se esconde detrás de incontables hojas, con gafas que adornan su nariz respingona y c...
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En mis sueños estás conmigo,
Seremos todo lo que quiero que seamos.
Shawn Mendes -Imagination
Coloco mis manos detrás del cuello de Thomas solo para acercarlo un poco más. Él me sonríe mientras trata de abrazarme, en respuesta a lo que tenía pensado hacer escondo mi rostro en su pecho ahora con la finalidad de escuchar los latidos de su corazón.
—Me haces cosquillas, ¿lo sabes verdad?
—Por supuesto que lo sé o al menos eso es lo que también intento saber —respondo subiendo la mirada hacia su rostro.
—¿Qué es lo primero que intentas saber? —pregunta, observándome.
—Quiero saber si eres real...—susurro bajito.
Aplana sus labios y niega lentamente, la decepción que me arrastra hace que suelte mi agarre mientras la imagen de él se desvanece poco a poco.
***
El maullido de un gato me despierta y me remuevo entre las sabanas bruscamente, pues yo no tengo ningún gato.
—¡Oye ¡—exclamo, para espantarlo.
El gato sale por la ventana tirando mi lámpara al suelo.
—Vuelve aquí —digo asomándome por el mismo lugar, pero ya no está. Se ha escabullido.
Recojo del suelo el objeto que ha tirado al salir y la ubico en el escritorio. Ahora, no es el maullido del gato que me asusta sino el sonido de mi teléfono.
—Eloise, el partido es esta noche ¿te animas a ir? —dice Laura, una chica con la que comparto clases de literatura. —Por cierto, buenos días —comenta nuevamente.
Suelto una pequeña risa mientras camino hacia a mi cama con el teléfono en la mano, a decir verdad, no tenía pensado ir al partido de hoy, sin embargo, el hecho de que se tomara tiempo de llamarme e invitarme hace que cambie de opinión.
—Buenos días —respondo —claro.
—Entonces ¿Quieres que pasemos por ti, o nos encontramos en el partido? —enarco una ceja en señal de confusión. —Quiero presentarme a mis amigos, aunque creo que ellos ya te conocen—aclara.
—Por supuesto, no hay problema. Nos encontramos en el partido—digo.
—¡¡Perfecto!! Nos vemos en la noche —dice antes de colgar.
Miro por inercia mis zapatos y mi armario, supongo que está noche voy a conducir y no es que no lo haya hecho antes, pero, si sería la primera vez que lo haría para ir al campus de la escuela.
