Sophia James:
Después de jugar y todo eso, Martha nos llamo a las dos de la tarde para ir a almorzar.
Rachel recoge nuestras cosas, se coloca su short y una camisa corta, yo por otro lado me coloque solo el short.
El chico que está a cargo de las bebidas nos guía al restaurante "El Mar Azul" es una terraza con mesas al aire libre.
Las gemelas se acomodan en asientos continuos y mi hermana se sienta a un lado de ella dejando solo un puesto vacío.
«Al lado del coronel»
Tiene la misma pantaloneta de baño, se puso una playera blanca, en tanto el cabello húmedo le cae por la frente.
-Seguiste mi consejo y te pusiste una playera- le dice Mía- te lo ordeno el instituto de cardiología?
-Si- contesta sin apartar la vista del menu- la hicieron después de que varias mujeres cayeron desmayadas.
El camarero llega para tomar la orden de cada uno.
El mesero es rubio y sexy, no es muy experto con las mesas. Ubico mal los platos además de tardar en traerlos.
-Este no es el plato que pedi- lo regaña Sabrina.
-Es el mio- Joset se levanta a tomarlo.
-Muy mal servicio- murmura Martha.
-Lo siento, es mi primer día- contesta avergonzado.
-Eso no justifica que seas un imbécil- dice Christopher.
Zoe mira al mesero como si fuera un príncipe azul.
Vuelve a ubicar mal los platos mientras lucha por no hacer un desastre con el minúsculo espacio.
«Mejor intento ayudarlo, estoy perdiendo la paciencia»
-Dejame ayudarte- intento ayudarlo.
-No es necesario señorita- me pasa un vaso de limonada que queda al borde de la mesa.
-Lo harías mejor si dejaras de verle los pechos a Sophia- se ríe Mia.
El pobre chico se pone peor de lo que estaba.
-Claro que no.
-Claro que Si- insiste Mia.
Todo está mal acomodado que tropiezo con mi bebida echandosela al muñequito encima.
-Disculpame- intento quitarle los hielos de la entrepierna.
El chico termina de empeorar la situación ya que derrama una copa de vino en mi pecho.
-Perdoneme- exclama e intenta limpiarme con una servilleta.
-Dejala- Christopher le corta la intención- retirate, que alguien más nos atienda y venga a recoger el desastre.
-Lo siento, señor- el chico ya no sabe ni que hacer.
Sabrina empieza con los insultos yéndose a hablar con el supervisor de turno, le dan largas a un asunto al cual Christopher no le pone atención.
Comienzo a comer, tomo mi teléfono cuando me llega un mensaje de Luisa.
"Que paso con las fotos? ¿Y porque mierda no me han llamado?"
Sabrina vuelve con Martha, almuerzan mientras hablan de lo mismo.
-Voy a tomar una siesta con Zoe- dice Mía- ya que mas tarde estaremos en un concurso de surf para principiantes.
-Las acompaño- dice mi hermana recogiendo su bolso.
-Nosotros iremos a clases de yoga- comenta Martha- nos veremos a las siete para cenar.