~11~

72 19 21
                                    

Bajo la sombra de lo acontecido, una nueva etapa se abría ante ellos. La señora Jeon, ahora, ya estaba instalada en la que sería su habitación por tiempo indefinido: una de las tantas acogedoras habitaciones de invitados. En cuanto al azabache, se encontraba en la habitación de su amigo, tal y como lo habían planeado, compartirían por decisión propia.

Mingyu, dispuesto a cooperar, ayudó a doblar y acomodar la ropa en el armario, también colocaron objetos personales en los estantes y muebles, dando vida a la habitación con pequeños detalles que hacían sentir a Jungkook como en casa. Para la hora de la cena, ya habían acabado los detalles finales.

-Chicos, la cena está lista – La mujer anunció con su innata amabilidad, desde el otro lado de la puerta de la habitación.

Ambos bajaron las escaleras con energía juguetona, entre leves golpes y empujones, compitiendo en una carrera por quién llegaría primero. Cuando estaban a unos pocos pasos de los últimos escalones, Jungkook saltó para alcanzar más rápido la meta y ganar, si se trata de competiciones, él sería el mejor; Sin embargo, gracias a la emoción del momento y a su concentración por evitar caer, no notó la figura que se encontraba al pie del último escalón. El impacto fue inevitable y el menor se llevó la peor parte, chocando contra la dura espalda, golpeando su cabeza y soltando un gruñido de dolor.

-Maldición – Gimió, llevándose la mano a la cabeza.

-Mierda, Jungkook ¿Estás bien? – La voz masculina, y urgente tono, de Taehyung, resonó junto a sus ojos oscuros que se llenaban de inquietud.

-Estoy bien – Susurró, pero su cabeza se sentía como una montaña rusa mientras se sostenía ambos lados del cráneo. Estaba seguro de que había perdido una valiosa neurona en el golpe.

-Nene, ¿Qué sientes? – Susurró Taehyung. Su preocupada atención lo hacía inclinarse hacia el menor y tocar ligeramente su cabeza, verificando que no tuviera nada.

-El golpe a mi orgullo – Intentó bromear, pero rápidamente su rostro se transformó en una mueca de dolor –Y como si todo retumbara – Respondió finalmente con sinceridad, sintiendo su propia voz en su cabeza.

-Carajo, ¿Eres propenso a los accidentes o algo así? – Preguntó, y Jungkook soltó una leve y débil risa –Hijo, trae hielo – Los pasos de Mingyu se oyeron mientras se alejaba y el menor sintió como si estuviera caminando sobre su cabeza.

-¿Qué sucedió aquí? – Preguntó su madre al salir de la cocina, alertada por el revuelo -¿Jungkook?

-Se ha golpeado la cabeza – Explicó Taehyung.

-¿La cabeza? – Gimoteó –Pero ¿Qué estabas haciendo, Jungkook? – Preguntó como si supiera que era culpa de su hijo... y tenía razón.

El mencionado levantó la cabeza para mirar a ambos adultos. El hombre estaba inclinado frente a él, cargando una mirada preocupante, mientras que su madre le enviaba miradas acusatorias. El rostro del azabache adquirió una expresión inocente, como si el accidente fuera completamente irremediable, pero a punto de hablar, Mingyu regresó con la bolsa de hielo en su mano.

-Ten, idiota – Dijo entre risas. Jungkook la aceptó con una sonrisa mientras se ponía de pie con cuidado y la colocaba, con un gesto suave, sobre la zona adolorida en su cabeza. Observó cómo su amigo abría nuevamente la boca, seguramente preparado para decir algo ingenioso.

-Mingyu – La voz de su padre salió con un tono de advertencia.

Mingyu abrió la boca para refutarle y decirle algo con ceño fruncido, pero Taehyung le envió una mirada que hizo que apretara sus labios y se quedara callado. Ese simple hecho, el que lo dejara en silencio, daba el detalle insidioso de la impactante intimidación que emanaba de él.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 29 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El padre de mi mejor amigo. // -VKOOK-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora