"Un hombre. Un amigo. Una elección. Una traición."
Hay personas que aseguran: "Las cosas prohibidas son tentadoras por lo que puede valer la pena el riesgo."
Las tentaciones conllevan a pecados, pero qué delicia es deleitarse en el exquisito sabor d...
-¿Cómo te preparas para hoy? – Preguntó Jungkook curioso por saber, una vez que se aproximó a la entrada del campus y se posicionaba al lado de Mingyu.
-No lo sé... quizás algo ansioso, o tal vez emocionado – Respondió encogiéndose de hombros, incapaz de identificar un sentimiento específico –Por cierto, mi padre quiere que vengas a cenar esta noche.
-¿Qué? – Frunció el ceño confundido por la proposición. Si algo caracterizaba a su mejor amigo era que nunca le preguntaba, sino que simplemente lo arrastraba consigo, alegando en que, si se lo preguntaba, Jungkook seguramente diría que no.
Y tenía razón.
-Cuando hoy hable con él por teléfono, me dijo que quería conocerte –Explicó –Literalmente dijo: "Si quieres, puedes invitar a tu renombrado mejor amigo". Después de tantos años de amistad, creo que es hora de que finalmente se conozcan.
-¿Es en serio? – Jungkook parpadeó sorprendido -¡Vaya! Me siento increíblemente halagado - Y dejó escapar una sonrisa ligeramente nerviosa. El corazón le latía con fuerza, una mezcla de emoción e inquietud por la idea de ser presentado al padre de su mejor amigo después de todo este tiempo.
-Deberías. Es la primera vez que invita a alguien externo a compartir la cena familiar. Siempre que se queda aquí, somos solo nosotros dos. Si tiene que encontrarse con alguien, normalmente es fuera de la casa; no invita a cualquiera. Estaría muy feliz si vienes. Por favor, no digas que no.
-Iré. Me alegra la idea de compartir la cena en tu casa - Jungkook asintió con una sonrisa segura y sincera.
Era un gesto que lo tomaba por asombro, no podía negarlo. La sensación de ser acogido en un ambiente tan íntimo y familiar, la simple idea de ser considerado en un círculo exclusivo del señor Kim, lo llenó de gratitud de una manera que no esperaba y despertó en él un sentimiento que lo impulsaba a aceptar. Estaba dispuesto a hacerlo.
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Entrar a la clase se sentía como adentrarse en un caos infernal. La primera hora era de historia, y las ganas de salir corriendo eran tan fuertes que hasta imaginaba lanzarse desde un quinto piso y, de paso, llevarse al profesor con él para usarlo como soporte en la caída.
-Kook, ¿Ya sabes si vendrás a la fiesta? – Pregunta Hoseok con interés mientras tocaba su hombro.
-Me dejaron, pero aún tengo que ver qué pasará con Mingyu - Respondió Jungkook con un dejo de incertidumbre. La idea de asistir dependía totalmente de la respuesta de su amigo.
-Aparece el tipo y te complica la vida ¿eh? – Hoseok rio recordando la conversación del día anterior, y Jungkook sonrió agradecido al notar que le había prestado atención. Sin embargo, no pudo responderle debido a la interrupción del profesor con su presencia.
