Ha transcurrido casi una semana desde la última vez que Jungkook vio a Taehyung. Hoy era viernes, marcando el último día de la semana y el inicio del ansiado fin de semana. A pesar de que los días transcurrieron con cierta normalidad, la mente de Jungkook seguía anclada en el recuerdo del hombre que desencadenaba un torbellino emocional en su interior.
La semana, en términos generales, no destacó de manera significativa. Sin embargo, lo que sí había algo que decir y lo mantenía en vilo: era el reencuentro con Jung Hoseok. Y no fue simplemente el hecho de encontrarse, sino la incertidumbre sobre cómo debía actuar luego de lo ocurrido en la fiesta. ¿Qué debería hacer? ¿Un beso en la mejilla, en los labios o simplemente ignorar ese tipo de saludos que requerían el tacto? ¿Ahora estaban oficialmente saliendo o fue sólo algo del momento?
Pese a todo el dilema interno que le surgió al verlo, aún recordada vívidamente cuando Hoseok lo vio y tomó la iniciativa por su cuenta, sin darle oportunidad, para simplemente presionar sus labios en su mejilla mientras sostenía ambos lados de su cabeza entre sus manos y la giraba para enfatizar el saludo. Jungkook se separó un tanto aturdido por la nueva sensación; aún se sentía desconcertado y extraño por ese tipo de muestra de cariño, sabiendo que su relación con Hoseok había dado un giro inesperado en tan solo días.
En cuanto a Hoseok, y en cuestiones de relaciones, era un enigma para Jungkook. Nunca lo había visto salir con nadie de la universidad, a pesar de su naturaleza extrovertida y risueña. Siempre se mantenía dentro de los límites de la amabilidad, y aunque era popular, incluso entre sus amigos que parecían seguirse como orangutanes en grupo, Hoseok no encajaba del todo. Pertenecía a ese círculo, pero al mismo tiempo parecía distanciarse, siendo algo diferente, algo más auténtico.
Es por eso que Jungkook se sorprendió de sobremanera por la actitud hacia él; Aunque un beso en la mejilla no era algo novedoso, la situación tomaba un matiz especial cuando si se trataba de Hoseok. Añadiendo la invitación para salir por la tarde del día siguiente, que le había propuesto en uno de los encuentros.
Sin embargo, a medida que avanzaban los días de la semana, Jungkook no podía ignorar que una parte considerable de sus pensamientos y horas diarias estaba dirigida a Taehyung. Las imágenes en su mente eran constantes, y cuando eso sucedía, todo a su alrededor dejaba de existir, era como la creación de una enorme telaraña emocional que lo envolvía.
Cada detalle de sus interacciones se volvía motivo de reflexión para Jungkook. Se preguntaba si había captado las sutilezas, si realmente estaba sintiendo algo mínimo por el hombre, y si los gestos compartidos entre ambos significaban algo más profundo. La incertidumbre y la atracción creaban un caleidoscopio de emociones que, a pesar de sus esfuerzos por mantener la calma, le resultaba difícil controlar.
No obstante, una vez más la realidad lo golpeó, recordándole que las oportunidades en su mundo de fantasías e ilusiones a menudo eran inalcanzables en la realidad. Pero definitivamente, en medio de todas sus confusiones, Jungkook tenía claridad en algo: No sentía lo mismo en la compañía de Hoseok y Taehyung, y esa diferencia le generaba un desconcierto enorme.
Inmerso en sus incontables pensamientos, Jungkook se encontró de repente frente a la puerta de su casa. Giró el picaporte de la puerta principal con la esperanza de encontrar refugio en la familiaridad de su hogar, pero la puerta no cedía, no se abría porque estaba cerrada con llave.
-¿Mamá? – Jungkook se encontraba con una expresión de frustración mientras golpeaba con sus nudillos la madera de la puerta de entrada, buscando que su madre le abriera, pero el sonido sordo resonó en el silencio de ausencia y su esperanza se desvaneció cuando no obtuvo respuesta.
La irritación lo embargó involuntariamente, especialmente porque este día fue realmente agotador y en verdad esperaba una buena vuelta a su casa para relajarse. Decidió recurrir a su teléfono móvil para llamar a su madre, lo sacó del bolsillo de sus pantalones y marcó el número.
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El padre de mi mejor amigo. // -VKOOK-
Fanfic"Un hombre. Un amigo. Una elección. Una traición." Hay personas que aseguran: "Las cosas prohibidas son tentadoras por lo que puede valer la pena el riesgo." Las tentaciones conllevan a pecados, pero qué delicia es deleitarse en el exquisito sabor d...