Pasaron unos días, Negan se encontraba en las celdas de Alexandria junto a Jade y Beck.
Quisieron mandar a Mattheo a hiltlop. Por qué como es hijo de Negan, pensaron que tal vez, él querrá, sacar a su padre y hermana. Pero yo me opuse. Ahora vivo con él, tiene prohibido salir de la casa hasta que las cosas se calmen.
—Por un momento si pensé que me matarías, a mi y a mi hermana.— me mira.
—no te emociones.— No lo miré.
—¿Glenn no te ha dicho nada sobre qué ahora vives con nosotros?— pregunta Mike desde el comedor.
Negué con la cabeza. —No, no hemos hablado.—
—¿ya no se hará cargo de tu bebé?— pregunta Mike.
Fruncí el ceño. —Tiene que.—
—Lo siento por lo que diré, pero te has comportado como una verdadera loca estos días.— me mira Mattheo.
Suspire y me senté. —¿No tienen cigarros?—
—Si.—
—No.— interrumpe Mattheo.'
Mike mira a Mattheo y luego me mira. —No.—
—Mi bebé no se va a morir por que fume.— dije.
—Puede salir con algún problema, no sabemos.— dice Mattheo mientras cargaba a Archie, su sobrino.
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—¿tu mamá fumaba cuando estaba embarazada de ti?— pregunté mirando a Mike.
Él asintió.
—Bien, entonces mejor dejaré de fumar.— dije decidida.
—Grosera.— me mira —me iré a bañar, y lo bañarte a él.— dice Mike para después irse con el bebé en brazos.
—Creo que deberían buscarle ropa de niño, trae la ropa de Judith el pobre.— dice Mattheo. —¿Quieres ir al lago esta noche?— le pregunté.
—¿Para que? ¿No se supone que no puedo salir?— se cruza de brazos.
—Perro encerrado se vuelve más bravo.— grita Mike desde las escaleras.
