1969
Donde Minho tiene una hermosa familia viviendo una bella vida hasta que una noche de muchas en un bar conoce al nuevo bartender Jisung un chico que brilla ante la multitud, distinto a los demás viéndose él mismo envuelto en sentimientos nuevos...
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Había logrado que Changbin huyera desde muy temprano después de su descolocado comentario pero era un hecho que ya no le importaba, vivía al día y buscaría alargar todo lo que necesite para estar junto a Minho.
Cuando entro no pudo contenerse y lo saludo con una genuina sonrisa, Minho quedó atontado al ver los brillitos dentro de sus ojos pues jamás se había percatado de que alguien más lo mirase de esa forma, con tanto furor, la idea de ser especial para Jisung transformaba su visión de la vida encontrando inspiración porque no se había olvidado de su libro había avanzado durante los pequeños recesos entre clases, dejó atrás todo rastro de una novela para convertirla en una lírica más poética con fantasía sacando palabras e ideas que jamás creyó poseer de ahí su emoción, con Jisung podía terminar e inspirarse.
Pero esto solo funcionaria si pasaban más tiempo juntos y la forma tan poco constante de sus encuentros solo terminaría en la confusión dentro de su escritura así que después de verificar si era posible iba a pregúntale al menor si lo podía acompañar a su gran viaje tenía las uñas mordidas de los nervios pues era muy posible que tuviera planes o quizás problemas que le impidieran ir juntos terminando en sentirse incómodos por rechazarlo.
-!Claro que si! - Contesto alzando la voz llamando la atención de varios en el bar pero Jisung no podía contener su emoción - Estaría encantado ¿Cuando?
Sonrió ya que Jisung daba brinquitos luciendo infantil no quería aceptarlo pero era demasiado tierno.
-He ahí el problema - Suspiro - Es mañana muy temprano por la madrugada sale el vuelo no se si tu...
-No - Interrimpio - No tengo ningún problema solo dime la hora exacta y estaré ahí sin problemas
Minho asintio sonriendo contagiado por la emoción del menor quien se había alejado un poco para servir a otros clientes y maldita indiscreción que corrompió sus ojos pues se deslizaron vulgarmente por su espalda fijándose en lo gastado de su ropa pero lo bien que ajustaba sobre la cintura casi siendo una invitación a verlo cayó observando su espalda baja escuchando por lo bajo ese grillito que se preguntaba como se sentiria sentirla o tomarla entre sus manos sobando su piel recordando aquel día que vio el dorado que protegía su interior finalmente con nuevos sentimientos observo su trasero imaginando y preguntándose muchas cosas.
Indiscretas y poco católicas preguntas pues era terreno desconocido.
-¿Qué tanto piensas?
En un brinco acomodo sus anteojos sintiendo las mejillas calientes, nunca se había sentido así más bien nunca sus mejillas se habían calentado o ruburizado, carraspeo asegurándose que su voz saliera con la debida normalidad
-Trabajo - respondió nervioso
-¿Hay algo en eso que te haga ponerte así? - Jisung parecía disfrutar verlo de esa manera
