Bradley era un chico bueno y minado de los suburbios, que fue a la universidad a estudiar derecho, justo como su padre.
Max es solo Max, despreocupado, que fue a la universidad con el único propósito de adquirir experiencias nuevas.
Bradley era pulc...
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— ¡Viejo por que no nos dijiste de la fiesta! — pregunto PJ algo molesto.
Max se encogió de hombros mientras se estiraba en el sofá de la habitación, sus amigos recientemente habían encontrado el folleto que el tal Bradley le había dado. Y al parecer a diferencia de el ellos si que querían ir a la fiesta.
— No lo vi tan revelante — solto con simpleza.
Sus amigos abrieron la boca con sorpresa.
— ¡Max es una fiesta universitaria! — intento hacer entrar en razón Bobby.
— Con universitarias mayores — añadió PJ.
El azabache les miró extrañado.
— Mierda Max, siempre piensas con el pene — reclamo Bobby — esta es tu oportunidad de liarte con alguien mayor — explico con obviedad.
Max se incorporo en el sofá.
Bobby tenia un punto.
Pensó tanto en el castaño y sus motivos para quererlo a él en una fiesta que olvidó la fiesta, por más tonto e incoherente que pareciera.
Es decir, su había una fiesta donde podía tomar alcohol, fumar hierba y ligar con alguien, pero extrañamente contrario a sus pensamientos habituales, su atención se centro en el castaño en lugar de todo aquello.
— No... había pensado en eso — solto de forma baja.
— ¡Solo sabes pensar en eso Max! — recordó Bobby.
— Creo que si nos arreglamos ahora podremos llegar — sugirió PJ mientras buscaba ropa para usar — ¡Aun hay tiempo vamos! — anunció el chico.
Los tres comenzaron a cambiarse, la fiesta seguramente ya había comenzado y ellos en lugar de estar buscando alguna pareja estaban en su habitación, viendo programas de baja calidad en televisión, aburridos como el infierno y sin nada realmente divertido que hacer.
Max de verdad se sintió un tonto por aquello.
Pero ahora iría a esa fiesta, daban igual los motivos del castaño para invitarlo, seguro habría chicas y chicos igual de necesitados de sexo que el.
Después de todo hace dos semanas que no follaba, y su pene ya resentia la abstinencia.
— ¡Oh espero poder follar hoy! — pidio Max mientras cambiaba su playera.
