𝗩𝗜𝗜𝗜. 𝗣𝗥𝗔𝗖𝗧𝗜𝗖𝗔

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El castaño se miro en el espejo una vez más mientras arreglaba su cabello

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El castaño se miro en el espejo una vez más mientras arreglaba su cabello.

- ¿Todo bien bebé? - cuestiono curioso Tanque a su amigo, el castaño puso brillo en sus labios y le miro curioso.

- Si, ¿Por qué no lo estaría? - pregunto extrañado, el pelirrojo rasco su nuca con nerviosismo.

- Bueno tu... Estás... Tu te arreglas más de lo usual - admitió con simpleza el mayor - Solo vamos a practicar bebé, nunca te importa como te verás cuando prácticas - recordó.

Bradley se miro al espejo y suspiro, ¿Había exagerado con como lucia?

Es decir, si quería lucir bien siempre, sobre todo cuando entrenaba, el siempre se arreglaba así.

- Estoy haciendo lo mismo de siempre - afirmo, su amigo le vio dudoso.

Tanque asintió sin creerle mucho y salió de los vestidores.

Bradley se miro una última vez en el pendejo, Lucia tan lindo, sonrió, el fugaz pensamiento de Max yendo a verlo entrenar hizo su rostro calentarse.

Apretó sus labios sin borrar su sonrisa, tomo su skate y fue en camino a practicar.

Quizas llevaba unos diez minutos practicando, y mentiría si dijera que no estaba algo irritado

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Quizas llevaba unos diez minutos practicando, y mentiría si dijera que no estaba algo irritado.

No veía a Max por ningún lado, suspiro molesto.

¿Cómo se atrevía ese idiota?

No tenia idea del privilegio que se le había concedido al ser invitado al entrenamiento de los Gamas, estupido Max.

Bradley bufo con molestia y se deslizo con su skate, agachando su cuerpo listo para lidiar con la rampa a unos metros.

Y entonces lo vio.

Max, sentado en una banca cercana a su objetivo, sintió que caía de la tabla.

Con rapidez se logró mantener arriba y con menos gracia de la que le gustaría, hizo una voltereta, aterrizó y continuo andando.

Eso había sido horrible.

Y no por su mala ejecución, claro que no.

Más bien por su cara, Bradley se dio una palmada mental al darse cuenta que seguro la cara que había puesto fue de un idiota, y no uno lindo, mas bien uno del que te ries por ser tan feo.

¿Lucia feo patinando?

Mierda.

¡¿Que iba a hacer si lucia feo patinando?!

Bien, nunca pensó en aquello, pero ahora lo pensaba, haría el ridículo.

Era muy bueno patinando, si no era, inefablemente bueno, pero... ¿Lucia lindo patinando?

Ahora había algo que debía cambiar.

Ahora había algo que debía cambiar

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Max miraba atento al castaño.

Y sería una mentira decir que no estaba impresionado, su primer truco fue torpe, si, había sido muy apresurado y el castaño casi pierde el equilibrio, pero los siguientes, carajo.

Si, no eran los mejores, había quizás un par de fallas, pero nunca, en sus casi veinte años, jamás, había visto a alguien patinar y lucir... ¿Elegante?

Ni si quiera pasaba por la mente de Max que la palabra elegante y skate pudiesen ir juntas, sonaba... Contradictorio.

Por ahí estaba Bradley, rompiendo las reglas de la vida, luciento dan lindo y elegante mientras patinaba.

Resaltaba sobre todo su equipo, todos eran grandes, musculosos y de cuerpos toscos, pero Bradley no, el Lucia radiante, lucia pequeño en comparación a sus enormes compañeros, no Lucia tosco, más bien lucia elegante y tan adorable.

Inclusive Max mentiría si dijese que Bradley no lucia sexy en comparación con sus compañeros de equipo.

Todos tenían cuerpos musculosos, o simplemente grandes, sin demasiado que el ajustado traje que usaban pudiese resaltar o si quiera atraer, menos Bradley.

Max no lo había notado aquella vez que follaron, pero quizás se debía a que estaba más concentrado en lo delicioso que era estar dentro del mayor, antes de en como sus manos sujetaban la cintura del castaño, era pequeña.

Ahora con ese traje ajustado lo podía notar, su cintura era diminuta, Max podía asegurar que con ambas manos casi podría rodearla completamente, aquello lo éxito un poco debía admitir.

Y ni hablar de su culo, mierda, su culo.

Max juraría que era irreal lo enorme y delicioso que lucia, con sus mallas ajustadas, mostrando lo redondo y perfecto que era, Max tenía ganas de ir hasta el, romper sus tontas mallas y follarlo en la pista de skate.

Bradley hacía que Max pensara solo en follar... Bueno, más de lo usual.

Y toda la práctica para Max fue una tortura, en partes, por qué si Bradley no lucia tierno, entonces lucia malditamente sexy y no podía evitar tener ganas de ser montado por el mayor.

Y toda la práctica para Max fue una tortura, en partes, por qué si Bradley no lucia tierno, entonces lucia malditamente sexy y no podía evitar tener ganas de ser montado por el mayor

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Sexo

𝗛𝗜𝗕𝗥𝗜𝗢𝗦𝗧𝗢𝗙𝗜𝗟𝗜𝗔 // 𝗠𝗔𝗫𝗟𝗘𝗬Where stories live. Discover now