Despedí a Henry en la entrada del edificio, sonriéndole agradablemente. Cuando él entró al auto y por fin se fue, respiré profundamente.
Qué día tan ajetreado.
Mi cabeza no paraba de dar vueltas alrededor de mi mejor amiga. Yo también tenía mucho miedo. El bienestar de mi mejor amiga es muy importante para mí, y si ella está mal emocionalmente, yo también terminaré estando mal. Ella siempre ha sido mi soporte y que la haya encontrado de esa forma es muy difícil para mí. Ella no se derrumba por cualquier cosa, tiene que ser algo que la haga sentir tan abatida para lograr derrumbar su ánimo y estabilidad.
Kim Dahyun siempre ha sido una mujer fuerte.
Tengo miedo por ella. Que su maravillosa vida acabe, y con ello, su felicidad. Le costó mucho lograr ser feliz.
Iba tan dispersa que no noté a la pequeña frente a mí, que ella chocó con mi pierna. La niña cayó sentada, tratando de retener su lágrimas.
Rápidamente salí de mi trance y me arrodillé.
—Oh, Dios, pequeña. —La miré, alarmada. —Perdóname.
Ella negó y huyó de mi contacto visual. —N-No se preocupe.
Me sentí mal al ver que sus ojitos rasgados estaban cristalizados y su voz estaba quebrada.
Ella se levantó y se abrazó a sí misma. Yo seguí de rodillas para estar a su altura.
—Estaba distraída y no me fijé del camino. Discúlpame. ¿Te duele mucho?
Su ropa estaba descuidada, con algunos rotos y partes desteñidas. Su falda era más corta de lo que debería, puesto que parecía ser una talla más pequeña de lo que era ella realmente. Su cuerpecito era muy flaco y, viéndola mejor, noté hematomas y algunas heridas y cicatrices. De inmediato me preocupé por ella.
—¿Te encuentras bien?
Finalmente ella me miró a los ojos. El contacto visual fue como una respuesta. Su mirada estaba llena de tristeza, decepción, miedo... Todo lo malo. Me estaba pidiendo ayuda.
No pude reaccionar porque una mujer se acercó corriendo y la abrazó como si su vida dependiera de ello. —¡Haewon!
La niña, por su parte, se dejó abrazar sin corresponder. Era demasiado raro, pero pude notar las lágrimas de la mujer y, de cierta forma, logró bajar mi nivel de sospecha.
Noté la presencia, a unos pasos, del vecino que siempre me acosa. El mismo que me insultó hoy. Esta vez no traía una botella, ahora era un cigarrillo. Las miraba, aburrido, inhalando el humo.
La mujer cargó a la niña entre sus brazos y me miró con el ceño fruncido. Di una reverencia. —Por error la niña chocó contra mí y cayó. Le pido disculpas por mi falta de atención.
Me enderecé al escuchar la carcajada sarcástica se mi vecino. ¿Él por qué seguía aquí?
Me resultó curioso que nunca había visto a esa mujer y aquella niña. Nunca las vi, a pesar de todo el tiempo que tengo viviendo en este edificio. Tal vez es porque trabajo mucho, o soy despistada, o no viven por aquí.
De lo que sí era consciente es que son pobres. La vestimenta de la mujer es igual de desgastada que la de la niña, e incluso, ella ya tenía mal olor y su ropa estaba sucia. Su presentación personal era totalmente deplorable.
—¿Acaso no tienes ojos? —Intervino el hombre.
Éste botó el cigarrillo y lo pisó, para después dirigirse a mí. La mujer estadounidense lo vio aterrada y de inmediato caminó a él con la niña en brazos. Presionó con su mano libre el pecho del señor y le susurró algunas cosas.
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𝔒𝔫𝔱𝔬 𝔜𝔬𝔲 ❚ 𝙈𝙞𝘾𝙝𝙖𝙚𝙣𝙜 (ᵍ!ᵖ)
FanfictionMina era dueña de empresas bastante importates. Era una cantante y bailarina influyente de la época, y una mujer elegante y joven que con una sola palabra podía destrozarle la vida a cualquiera. Dueña de una inigualable fortuna. Una mujer que daba o...