El Surgimiento de una Nueva Era

Capitulo 7: Una Cita al Filo del Deseo

Hey! Nuevo cap, y bueno veamos que tal les va a la pareja. Antes de comenzar tengo que aclarar que obviamente las imágenes utilizadas No son mías y créditos a sus respectivos creadores.

****** = cambio de escena

Pov = punto de vista

//////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

Pov General

El sol de Pentagram City apenas filtraba su luz rojiza a través de las gruesas cortinas del hotel, creando un ambiente de penumbra que contrastaba con la esperanza que Charlie intentaba insuflar en la oscura estancia.

Alastor estaba sentado en un sillón de terciopelo rojo, con una sonrisa enigmática pintada en su rostro. En sus piernas, Niffty se acomodaba como si fuera una niña pequeña, observando a Charlie con curiosidad. La pequeña demonio había adoptado una actitud juguetona, pero su atención estaba dividida entre los detalles del plan de redención y la expresión inmutable de Alastor.

Charlie, por su parte, se movía de un lado a otro, sus manos gesticulando con fervor mientras exponía su plan. Cada palabra que salía de su boca estaba cargada de esperanza, una creencia inquebrantable en que los pecadores podían cambiar y encontrar la redención. Sin embargo, su entusiasmo chocaba contra el muro de indiferencia que era Alastor, quien escuchaba con un interés ambiguo, sus ojos rojos brillando con una mezcla de curiosidad y desdén.

"Así que, si logramos que los pecadores adopten estas rutinas de reflexión diaria, podríamos empezar a ver cambios significativos en su comportamiento", explicó Charlie, con una sonrisa optimista que intentaba iluminar la oscura realidad del Infierno.

Alastor inclinó ligeramente la cabeza, sus dedos jugueteando con el lazo que adornaba el cabello de Niffty. Su voz, suave pero cargada de ironía, rompió el silencio que se había instalado tras las palabras de Charlie.

"¿Y qué garantía tienes de que estas "rutinas" no terminarán siendo simplemente una fachada para ocultar sus verdaderos deseos, mi querida Charlie?", pregunto el pelirrojo.

Antes de que Charlie pudiera responder, una noticia en la televisión en la esquina de la habitación les llamo la atención. Las imágenes que aparecieron en la pantalla hicieron que el rostro de Charlie se tornara en una mueca de tristeza. El Exterminio, un evento que ya era suficientemente temido, había sido adelantado seis meses. Algo que le caía como un balde de agua fría, apagando la chispa de esperanza en los ojos de Charlie.

"¿Cómo pudo pasar esto?", murmuró Charlie, su voz quebrada por la culpa "Yo... yo firmé... Adam me engaño mu fácil...", se lamento la rubia o semblante decaído.

Alastor observó la pantalla con una sonrisa, pero sus ojos reflejaban una frialdad inquietante. La televisión siguió emitiendo su caótico torrente de noticias hasta que algo más captó su atención: la caída del castillo de los Von Eldritch, un antiguo símbolo de poder, ahora tomado por un misterioso Overlord.

Un destello de reconocimiento cruzó por los ojos de Alastor. Se recostó más en su asiento, con una sonrisa aún más amplia. La reflexión comenzó a invadir su mente. Las acciones recientes. Después de que él y Carmilla acabaran con los Von Eldritch, había reclamado sus territorios y poder con la misma rapidez y eficacia que un depredador se abalanzaba sobre su presa. Pero los rumores... esos siempre corrían más rápido que cualquier Overlord, por mucho poder que tuviera.

Mientras la noticia seguía sonando en segundo plano, Alastor recordaba el botín más preciado que había encontrado en el castillo: dos libros. Uno de ellos contenía una técnica que, si lograba perfeccionarla, le permitiría robar el poder de aquellos que asesinara. Un inesperado tesoro incalculable en su búsqueda por recuperar su alma.