Cap. 10. Segundo paso: en acción.

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Gracias Señor Jesús por tanto amor.

El hijo sabio alegra al padre... Proverbios 15:20

Historia dedicada a todos aquellos que aún recuerdan mis historias y me han dado su apoyo ahora que volví. Dios los bendiga mucho.

Naruto no me pertenece, los personajes e historia son una creación de Masashi Kishimoto.

Capítulo 10. Segundo paso: en acción.

El resto de los de los días Sakumo se dio a la tarea de seguir con sus planes, tenía que arreglar la serie "encuentros cotidianos y comunes" entre ellos, para lo cual hizo uso de todos los aquellos que eran parte de su equipo, especialmente del equipo tornado rubio.

Obviamente que Kakashi sospechaba que en todos aquellos encuentros su padre estaba detrás de ellos (aunque en algunos no estaba presente), pero a decir verdad, Kakashi ya se había cansado de estar previendo todo aquello que su padre podía hacer, así que simplemente se dejaba llevar y resolvía (y vivía) el día a día tal cual le había recomendado su antiguo rival.

Claro que todo eso no evitaba que pasara tremendas vergüenzas (como desde pequeño) por causa o motivación de su padre, pero, a diferencia de antes, por lo menos ahora le quedaba el gusto de pasar cierto tiempo con aquella mujer de la cual estaba enamorado.

—Hum... algo bueno debía tener al menos— pensó.

Afortunadamente había logrado disminuir la carga de trabajo de tal manera que le dejaba libre ciertas horas, a veces durante la comida, otra para salir más temprano, o la tarde, o simplemente darse una escapada de vez en cuando para caminar por la aldea. Todo esto fue en gran manera agradable para padre e hijo, porque siempre habían querido tener más tiempo para estar juntos, así que realmente era un lapso por demás agradable, esperado y disfrutado a pesar de que Sakumo siguiera en plan de sabueso y cupido.

Cierta vez fueron al gran lago, sí, aquel donde Sakumo contó que Kakashi había caído de niño y que le causó cierto enojo a su esposa manteniéndolo sin "dormir" con ella durante dos noches, lo cual para él fue terriblemente malo e inolvidable.

—¡Hey, Kakashi!, ¿aquellas no son Tsunade, Shizune y Sakura?

—Hum... si— murmuró Kakashi —, que sorpresa — dijo sin rastro alguno de admiración.

Sakura acompañaba a Tsunade y Shizune a practicar cierto jutsu relacionado con las corrientes de agua, hablaban de cómo aplicarla en términos médicos ayudaría a mejorar la circulación sanguínea en algunos pacientes y cosas como esas.

Tsunade estuvo bastante alegre cuando los Hatake llegaron, y es que la quinta moría de ganas de estar presente durante la ejecución de los planes de su antiguo amigo, así que obviamente se ofreció voluntariamente para ayudarlos en lo posible con el simple y solo motivo de divertirse a costillas de Kakashi, porque el muy vago le había arruinado las vacaciones varias veces, y en algo tenía que distraerse todo ese tiempo, y por supuesto que su sucesor en el mando de la aldea no le parecía nada malo como para considerarlo pretendiente de su alumna estrella.

Shizune, a diferencia de su maestra, no apoyaba la misión por la insana razón de burlarse del actual hokage, ella jamás haría algo así, sino simplemente quería presenciar en carne propia una historia de amor como las de esas "comedias románticas" que leía o veía todo el tiempo.

Tsunade los recibió muy contenta y les explicó el motivo de estar en el lago, mientras tanto Sakura seguía practicando su jutsu y de un momento a otro todos (excepto Kakashi) desaparecieron alegando ir a dar cierto paseo en los botes de remo que estaban de renta, así que los dejaron a solas en un abrir y cerrar de ojos en lo que Kakashi definió como "un intento con cero sutilezas".

Sakumo Hatake, experto en citasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora