Iba a publicarles el capítulo mañana, pero para celebrar que se confirmó la tercera temporada, se los adelanté. Espero que lo disfruten 😏
Yeimy
Contemplaba la imagen que me devolvía el espejo, mientras acariciaba con las yemas de mis dedos la comisura de mis labios, donde Charly dejó un beso la noche anterior. Ante mis ojos tenía a una mujer adulta, a la que le brillaban los ojos y le temblaba el cuerpo al estar ante el padre de su hijo, nada quedaba de esa peladita ingenua, que confió en el amor, para después ser traicionada. Ya no me dolía el hecho de que después de depositar toda mi confianza en él, hasta el punto de entregarle mi virtud, me tendiera aquella trampa, que paralizó mi vida durante más de tres años, pues entendía que solo fue una decisión errónea en manos de un pelado, que solo quería evitar que su tío, el cual era un psicópata, atentara contra mi vida, solo por el hecho de sentirse acorralado. Lo que verdaderamente me lastimaba, eran las intenciones con las que Charly me llevó a la cama, las cuales distaban enormemente de la pasión y el deseo. Sin embargo, ahora todo parecía diferente, parece ser que la llegada de Mateo cambió radicalmente a Charly, pues nada quedaba de ese ser ambicioso, que estaba tras las faldas de su tío, ahora estaba en su contra y hacía todo lo posible por darle una buena vida a nuestro hijo.
Cerré los ojos, recordando todo lo que sucedió ayer en la noche, cómo me acorraló contra la pared, asegurando todo lo que, a su parecer, sentía por él, demostrándome que me conocía a la perfección. Todavía podía sentir la corriente eléctrica que me invadía con solo tenerlo cerca; el fuego interno que se creaba en la boca de mi estómago, cuando me miraba con aquel tono azul grisáceo, oscurecido por el deseo; pero sobretodo la forma en que me confesó que me amaba y que deseaba hacerme el amor. Sacudí la cabeza, mojando mi rostro con abundante agua, disminuyendo todas esas sensaciones que empezaban a agobiarme. Estaba perdiendo el control de mi propio cuerpo, cada vez que se me acercaba sentía una sensación similar a la que uno siente cuando está cayendo al vacío. Cada vez me costaba más controlar mis sentimientos hacia él, porque por más que me negara a aceptarlo ante él, seguía despertando cosas en mí, provocando que mantuviera una lucha interna entre mi corazón, que latía con más fuerza cuando estaba cerca de él; y mi razón, que me suplicaba que no lo hiciera, que no estábamos listas para dar ese paso, porque a pesar de que el rencor que sentía por él quedó en el pasado, tenía miedo de volver a entregarle todo, y que me destruyera en el proceso.
Me recogí el cabello en una coleta alta, recorriendo mi cuerpo con la mirada, me había vestido con ropa de deporte, necesitaba salir del apartamento antes de que él despertara, no quería encontrármelo, no sabía cómo iba a reaccionar al tenerlo cerca de nuevo, ni cómo iba a explicarle porque huí como una cobarde ayer, evitando darle a mi cuerpo lo que realmente quería. Agarré las llaves y mi cartera, dejando un beso en la frente de Mateo, arropándolo con el edredón, para protegerlo del frío, dándole un último vistazo antes de asomar la cabeza por el quicio de la puerta, comprobando que la cocina estaba impoluta y sin rastro de Charly, dándome a mí misma la aprobación para salir. Suspiré aliviada cuando cerré la puerta maciza tras de mí, apoyándome sobre la estructura por unos breves segundos, antes de salir al exterior, sintiendo el ralentí de la mañana impactar contra mi cuerpo recordándome que estaba viva, aunque aquello no era necesario, pues Charly se encargó de hacerlo ayer, porque con ese acercamiento, despertó en mi interior sensaciones que creía enterradas en esa cárcel de New Jersey.
Empecé a recorrer las calles del Poblado a un ritmo lento, concentrándome en cómo mis pies impactaban contra el pavimento, mientras mi corazón aceleraba sus latidos para bombear una mayor cantidad de sangre, satisfaciendo las necesidades de los distintos órganos; a la vez que mi respiración aumentaba su ritmo, debido al esfuerzo; y mi cerebro intentaba distanciarse de toda esta situación, sin lograrlo, pues con cada paso reproducía los acontecimientos de los últimos meses, desde que salí de la cárcel, hasta el día de ayer, pasando por el momento en que me reencontré con mi hijo, sintiendo que mi mundo se venía abajo cuando éste me rechazó, escondiéndose tras las piernas de su papá. Ralenticé el pasó, llevándome una mano al pecho, para calmar la presión que invadía aquella parte de mi anatomía, cuando empecé a sentirme agotada, y no precisamente por el trote, sino por traer nuevamente a Charly a mi mente, y es que el condenado estaba muy cambiado, en todos los sentidos, hasta el punto de hacerme perder la cordura.
ESTÁS LEYENDO
Ganándome tú perdón
Fanfic¿Qué pasaría si Charly llega a visitar a Yeimy a la cárcel de New Jersey dispuesto a ayudar a Yeimy? Acompáñame a esta emocionante historia en la que cambiaremos el rumbo de la historia y veremos cómo Yeimy y Charly se la ingenian para criar a su pe...