Un amor de otro mundo-Astrid x Tn

2-Jeremy y Tn

Astrid caminaba junto a Tn por el pueblo mientras el joven le iba explicando un poco la zona ya que para ella era desconocida. Al principio no le agradaba para nada la idea, pero poco a poco vio que el chico era bastante agradable. La primera impresión no fue buena al ver que era fan de su madre, pero Jeremy también lo había sido.

—Bueno, esto es más o menos el pueblo de Winter River...¿alguna pregunta?—se detuvo para voltear a mirarla.

—Tengo un poco de hambre, ¿podemos pasar por la cafetería?—el chico asintió y fueron a una que estaba cerca. Tn saludó a la mujer mayor que atendía y pidieron. 

Ambos empezaron a hablar un poco de sus gustos y pronto se percataron de que tenían bastantes cosas en común. Tn se sorprendió de que ella a su edad estuviera tan comprometida con el tema del medio ambiente, el cambio climático y esa clase de temas. No era simplemente que supiera un poco, sino que la notaba muy conocedora de los datos, puntos y demás.

—Eres muy inteligente—halagó el joven ganándose una sonrisa nerviosa de ella.

—¿Y qué quieres ser de mayor?—le preguntó ella.

—Pues...escritor—respondió—si, se que es difícil pero...me encantaría vivir de mis libros y que la gente disfrute de mis historias.

—Bueno, no es imposible—contestó ella—si quieres puedo darte mi opinión antes de que mandes los manuscritos a una editorial.

Continuaron hablando hasta que vieron que se hacia tarde así que Tn en su coche la llevó hasta la casa donde al bajar, se despidió de él con una sonrisa. Lo que empezó como una pequeña molestia por tener que ver el pueblo con el chico.

—Ya estoy aquí—dijo al llegar a la casa.

Lydia saludó a su hija junto a su madrastra. Rory trató de saludarla pero ella pasó por su lado pues a la chica no le gustaba para nada porque lo tenía muy calado. Sabía que realmente no quería a su madre, y que se aprovechaba de su debilidad mental.

—¿Qué tal ha ido con Tn?—le preguntó su madre.

—Bien—contestó mientras comía un poco—Tn es un buen chico, y es inteligente.

—Cariño—dijo Rory—he llamado a unos influencers y ninguno baja de los cinco millones de seguidores en sus redes.

Lydia forzó una sonrisa mientras comía, estaba nerviosa por todo el tema de la boda pero también porque no había dejado de ver a Beetlejuice en ciertas personas. Después de la cena, se sentó en una de las sillas a descansar un poco. 

—Es agotador...—pensaba mientras cerraba un poco los ojos para relajarse.

Su hija, su exmarido muerto, su padre muerto...y ahora el tema de la boda. Sentía una gran y fuerte presión en todo su cuerpo. Necesitaba un respiro pero la vida parecía no querer dejarla en paz y mucho menos esos días.

Astrid estaba en su habitación, la había limpiado un poco por encima, solamente para pasar esos días antes de marcharse de ese lugar y regresar a su habitación del instituto. Aunque admitía que ese lugar era muy tranquilo.

—Oh, un mensaje de Tn—dijo al ver el teléfono.

Se tumbó en la cama para hablar por chat con el chico e intercambiaban canciones que les gustaban o trailers de películas que podían ir a ver. Estuvo hasta las tantas hablando y aunque no lo veía ella, estuvo todo el rato sonriendo mirando el teléfono.

A la mañana siguiente, tras desayunar, se despidió de su madre y se subió en la bici para ir a dar una vuelta por el pueblo, o esa era la excusa ya que fue a ver a Tn para acompañarlo a un par de sitios a comprar. Se le pasó preguntarle a Jeremy por su número de teléfono, pero ya lo haría porque sabía donde vivía y le encontraría en su casa árbol.

—Hola—dijo mientras dejaba la bici a buen recaudo en el jardín de Tn.

—Estaba terminando de cortar estas ramas—el chico dejó las tijeras y los guantes—debo comprar un pequeño abono en bolsa y otras cosas más. Pero antes vamos a tomar un poco de café.

—Claro—ella sonreía.

Astrid no era una persona tan sociable como la gente se imaginaba, su vida en el instituto era aprobar, preocuparse por los temas como el medio ambiente y luego también planteándose su futuro lejos de su madre. Aunque en el fondo le dolía verla así. La relación no había ido más que a peor desde que su padre murió. Y el tema de los fantasmas en los que ella no creía no ayudó, sino todo lo contrario.

—¿Planeas irte de aquí algún día?—preguntó ella.

—No lo sé...he crecido aquí y siento que si me voy...me sentiría vacío...es difícil y la decisión aún no la tengo tomada—respondió—quien sabe...quizás encuentre una motivación extra para quedarme, como conocer al amor de mi vida o algo por el estilo.

—Ya veo—Astrid tomó un poco de café, realmente estaba bueno. Era sin duda mucho mejor de lo que servían en el instituto cuyo sabor era agua con color como decía a veces.

Salieron después de un rato y fueron a comprar lo necesario, como no quedaba muy lejos lo llevaba en la mano. Lydia pasó con el coche por las calles para ir a despejarse y recordar los buenos momentos que vivió allí con su padre fallecido cuando al aparcar, vio a los dos caminando, sonriendo y alegres.

—Creo que alguien ha encontrado el amor—pensaba con una sonrisa.

Astrid regresó a casa de Tn con todo y estuvieron en el jardín como auténticos jardineros disfrutando de podar algunas pequeñas ramas, colocar bien el abono o cavando para sembrar algunas hortalizas. A la joven le encantaba e incluso le hizo recordar a su infancia pues su padre adoraba el campo. Una cosa era la teoría del suelo y eso y otra muy distinta la práctica, el ponerse en modo trabajo.

—Y ahora...a regar—abrió el agua y con tanta fuerza que mojó a la joven—¡perdón!.

Pero lejos de enojarse, Astrid se echó a reír y ambos se pusieron a continuar con la faena mientras la madre de Tn sonreía viendo todo desde la ventana de la cocina. No recordaba la última vez que escuchó unas risas tan puras y alegres como la de ellos dos.

Sin duda alguna, habían conectado muy bien.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo  :D