Final

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Uno de esos días en la casa de Lydia apareció Beetlejuice con una gran sonrisa y acompañado de Tn. Astrid se ilusionó al verlo y le daba igual que estuvieran sus padres delante. Se acercó a su chico, lo tomó del mentón antes de plantarle un dulce beso en los labios.

—Dejad eso para después—interrumpió el ser—hay buenas noticias—sacó un libro y sus gafas—mmm...ajá, aquí está. Hemos ido Tn y yo a una cita en los juzgados...como se ha portado muy bien, ha hecho buenas acciones y bla, bla, bla...se le concede su vida...a cambio de...trabajar en el más allá. Algo es algo.

—Entonces...tendrá que trabajar en el mundo de los muertos a cambio de su vida—Astrid le abrazó—¿es genial no?.

—Si, trabajaré para él—contestó el chico muy feliz y ya con su tono de piel recuperado.

—Soy un excelente jefe, tendrás que trabajar mucho para sustituir al bueno de Bob—comentó el ser—te daré el horario y está llave. Úsala en esa puerta de ahí para ir a trabajar.

—Gracias Beetlejuice—agradeció Lydia y compañía.

—Eh, no soy rencoroso...bueno...un poco, pero todo sea por una buena comida caliente. Allí abajo hay gusanos, ratas y cucarachas y el café...mejor no toquemos el café.

El ser de pelo verde se peinó y dijo que tenía una cita con una bailarina recién fallecida que necesita asesoramiento profesional. Tras dar unos chasquidos, desapareció.

Lo primero que hizo Tn fue hasta su casa donde sus padres lloraron de felicidad al ver que estaba de regreso sano y salvo. Luego, se dio una ducha, se vistió y se marchó a tener una cita en condiciones con su novia. 

—Y entonces...—el chico le iba contando cosas mientras estaban tumbados en el jardín de la casa de Astrid ya que pasaría ahora a vivir con ellos. De esa forma, llegaría puntual al trabajo y de paso, estaría con ella.

—Tn—se colocó encima y lo besó—no puedo creer que hicieras algo así...—susurró—no vuelvas a dar tu vida.

—Entendido...—se besaron lentamente antes de abrazarse.

Astrid derramó unas pocas lágrimas de felicidad pues aún no podía creer que lo tenía allí, entre sus brazos. Era tan irreal que no quería soltarlo pues si se trataba de un sueño, no deseaba despertar nunca.

Esa noche cayó una fina lluvia por todo el lugar, los dos estaban tumbados, mirando por la ventana en silencio, disfrutando de la compañía del otro. Tn estaba dando ligeros bostezos pues estaba algo cansado del buen día que había podido disfrutar. Astrid también había estado leyendo un poco cuando su novio echó una siesta.

—Que sueño tengo—el chico se acurrucó en el regazo de su chica.

—Puedes dormir si quieres, mañana tienes que madrugar...—él asintió.

Y así era la vida en Winter River. Tn trabajaba en la oficina para Beetlejuice a cambio de continuar vivo mientras arriba, en el mundo de los vivos, Astrid terminaba todos sus deberes e incluso se fue de viaje para poder realizar esas exposiciones sobre el medio ambiente. También estaba con ella su padre pues como nunca se encontró su cuerpo, se inventaron una buena historia para poder tener una vida de tranquilidad. 

Lydia por su parte, continuó con su programa aunque pronto hizo el último episodio. Con la herencia, el dinero acumulado y el alquiler de la venta de arte de su madrastra, tenía más que de sobra para vivir veinte vidas. La parte más llamativa fue que se comunicaron con ella para hablar de Rory a quien ingresaron en un psiquiátrico tras decir lo ocurrido. Obviamente nadie le creyó y a pesar de decir que todo era verdad, no tenía forma de demostrarlo.

—Que feliz se ve a nuestra pequeña—comentó el hombre viendo a Astrid correteando y jugando como una niña con Tn quien se reía antes de caer los dos al suelo.

—Si, me recuerda tanto a mí...bueno, a nosotros—comentó Lydia.

—Ha encontrado un buen chico...y me he perdido tantas cosas...

—¿No nos observabas?

—Si, pero no es lo mismo ver crecer a tu niña cuando estás vivo que muerto.

Beetlejuice por su parte había admitido por fin tras tantos años...que no iba a poder estar con ella así que se dedicó a hacer su vida normal mientras tenía a sus trabajadores. No tardaría en quedarse prendado de otras mujeres, ganándose unos cuantos cachetazos en la cara. Pero a él no le importaba.

—Mujeres...—dijo con una sonrisa—sin duda les atraigo y se hacen las difíciles.

Y tras tanto tiempo planificando el viaje, Lydia se marchó de aventuras con su marido pues de nuevo se habían casado, pero en está ocasión para siempre

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Y tras tanto tiempo planificando el viaje, Lydia se marchó de aventuras con su marido pues de nuevo se habían casado, pero en está ocasión para siempre. Astrid le esbozó una sonrisa y le dijo que ellos deberían seguir sus pasos. Tn se puso tan pálido como recién muerto antes de que ella se echase a reír por su gesto asustado.

—Tened cuidado—dijo la mujer.

—Si, no quemaremos nada—respondió su hija.

—No me refería a eso—Astrid se puso roja.

Lydia se subió al vehículo muy feliz, con sus gafas de sol y sintiendo por fin que estaba libre de todo. Aunque en su viaje se encontró con fantasmas, al menos eran amigables y no daban ninguna clase de problemas.

Por su lado, Tn y Astrid estaban besándose en el cuarto donde dejaron de lado la niñez y la inocencia. El chico estaba sudando, rojo por el calor y con una sonrisa amplia en la cara. La joven estaba igual, abrazándose a él.

—Bien hecho muchacho, has aprendido del maestro—ambos dieron un grito y se taparon al ver a un pequeño Beetlejuice en la mesita de noche—iba a poneros música romántica y eso pero te has adelantado—miró el tocadiscos.

—¿Nos estabas espiando?—preguntó Tn.

—Oye, a veces viene bien ver para aprender...nunca se sabe y—esquivó el libro que Astrid le tiró—eh, eh...tampoco pasa nada muchacha. Si necesitáis consejos...

—¡BEETLEJUICE, BEETLEJUICE, BEETLEJUICE!—gritó ella molesta haciendo desaparecer al ser—joder, que tío...

—Gracias a él estoy aquí—dijo Tn—pero sí...

Después de eso Beetlejuice dijo que no haría más esa clase de cosas...aunque no confiaban en su palabra.

Tn y Astrid aprendieron a amarse mucho esas semanas en las que estuvieron a solas. También, a conocerse mucho mejor pues siempre había algo nuevo que conocer.  Y Astrid leía sus libros para estar bien cualificada y entrar a una buena universidad dentro de poco. Gracias a la conexión con una puerta, Tn podría ir a esa universidad, o mejor dicho, a su cuarto cuando él quisiera visitarla.

Pero para eso aún quedaba tiempo...mientras tanto, ellos disfrutarían de su tiempo juntos, sus padres de viaje y Beetlejuice en el mundo de los muertos cantando o disfrutando gastando bromas. 

Y así...está historia llega a su final.

Espero que les haya gustado.

Un saludo y gracias por todo el apoyo  :D

Un amor de otro mundo-Astrid x TnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora